El Instituto Nacional, emblemático establecimiento capitalino fundado en 1813, fue el ganador hace unas semanas del primer Challenge de Deportivo Escolar. Uno de los impulsores para participar en este concurso fue Patricio Ancán, profesor de la rama de fútbol del colegio. 

Intención de participar que no solo quedó en escapar, por un rato, de la dura realidad nacional producto de la emergencia y las cuarentenas. "Es bueno identificarse con algo. Esta competencia fue muy seguida, los chicos estaban muy entusiasmados con el torneo, le pidieron ayuda a toda persona que conocían que los ayudaran, a los amigos, a los familiares, a las pololas… estuvieron muy ocupados todas las semanas con esta actividad, nos ayudó mucho para sacarnos de encima las preocupaciones que acarrea que estamos viviendo”, comenta el profesor a Deportivo Escolar.

 

Al mismo tiempo, la participación iba a de la mano en ayudar a alguien que lo necesitaba, uno que trabajó en la rama de fútbol de los institutanos. "Tuvo un accidente en bicicleta, lo atropelló un vehículo y tuvo una fractura muy fuerte. Los chiquillos inmediatamente pensaron en el, en hacer una rifa con los premios, y ellos fueron los principales gestores de este triunfo”, detalla Ancán. 

La experiencia de Patricio Ancán con el coronavirus

Las cifras no son alentadoras en cuánto al control del covid-19 en Chile. Superando los 4 mil fallecidos, y con más de 231 mil casos, Patricio Ancán es uno de ellos. 

Soy un afortunado de estar hablando ahora. Contraje esta enfermedad, la verdad no sé dónde fue. A veces hay que salir a hacer las compras, a hacer las cosas. Y creo que en ese intertanto me pegué este bicho", comenta el profesor del Instituto Nacional a Deportivo Escolar.

Patricio Ancán es profesor de Educación Física en el Instituto Nacional, además de llevar adelante la rama de fútbol del emblemático establecimiento capitalino.

Patricio Ancán es profesor de Educación Física en el Instituto Nacional, además de llevar adelante la rama de fútbol del emblemático establecimiento capitalino.

A su vez, describe cómo comenzó a sentir las molestias derivadas de la enfermedad. "La pasé súper mal, con dolor de cuerpo, fiebre. Pero afortunadamente no tuve el problema respiratorio, que es lo más grave”, dice. “La verdad es que todo lo pasé en la casa. Todo partió con una fiebre inesperada, que no sabía por qué estaba causándose, y después me dio un dolor lumbar muy fuerte. Días después perdi la sensación del gusto y del olfato, algo decidor para saber si uno tiene o no el virus. Afortunadamente, como mi hermana es profesional de la salud me recomendó realizar cuarentena inmediatamente. Ahora, con el pasar de los días me siento mucho mejor, me voy a hacer un chequeo pronto para ver como está la condición de mis pulmones, pero por ahora me siento bien. Decaído, pero todo bien”, detalla Ancán.

Y describe que "pude con suerte, gracias a que como profesores podemos hacerlo, tener cuarentena inmediata. Y ahora me estoy recuperando. Mi cuerpo quedó bastante maltrecho, casi fue una semana completa con fiebre. Ahora estoy mejor, contento. Es una experiencia y estoy contento que no haya pasado a mayores", sentencia Patricio con alivio. 

"Hay que reeducar a los chicos, de que se preocupen por si mismos y también por los demás. Hay muchos chicos que viven con personas en riesgo, abuelos, de tercera edad, y ellos deben pensar en ellos, no sólo en uno", Patricio Ancán.

"Primaron los intereses económicos antes de los intereses de la gente"

Pese a las responsabilidades académicas y deportivas, que hoy quedan en segundo plano, el diagnóstico del profesor Patricio Ancán es claro: "A nivel nacional primaron los intereses económicos antes de los intereses de la gente. Recién después de tres meses están tratando de hacer algo. Hay bastantes culpables frente a esto. Además, se han dado cuenta que hay muchas personas viviendo en pobreza, hacinados, y es muy fácil que haya exposición a esto”, cuenta el profesor del Instituto Nacional a Deportivo Escolar. 

Además, Ancán cuenta que hay responsabilidad de quienes sin la necesidad de salir, lo hacen. Pero, empatiza con los que no ven otra opción de estar en las calles para llevar el sustento a sus hogares. “También hay una responsabilidad menos de los más jóvenes, que no le tienen miedo a nada, que sienten que no se van a ver afectados, pero que dejan en peligro a los más vulnerables, a lo más viejos. Yo no me pegué esto por ir tonteando, debía salir por obligación, por mis necesidades básicas y me pasó esto. A muchos les ha pasado lo mismo, deben hacerlo. Se ve en las calles, en el metro, empujados por la necesidad. Espero que se saquen provechosas experiencias de esto, y que la gente que realmente le importe, que está en la dirección de este país tome consciencia de lo que está pasando”, cierra Patricio. 

El mensaje final de Patricio Ancán

“Mi mensaje es para las familias. Trabajar el valor de la empatía, de la preocupación por el  otro. Hay que reeducar a los chicos, de que se preocupen por si mismos y también por los demás. Hay muchos chicos que viven con personas en riesgo, abuelos, de tercera edad, y ellos deben pensar en ellos, no sólo en uno. Ese es el trabajo de la familia, trabajar por la preocupación por los otros. Que tengan esa consciencia, ese es mi consejo, que trabajen ese valor”, dice.