El aprecio que José Mourinho siente por la Roma es de otro planeta. En el presente mercado, varios clubes de Arabia se acercaron al entrenador portugués y lo tentaron con sus petrodólares; sin embargo, el DT los rechazó de plano y aseguró que sigue fiel a los dueños del club porque le dieron una segunda vida.

En entrevista con Corriere dello Sport, Mourinho se mostró muy agradecido con los propietarios de la Loba. “Los Friedkin me transmitieron en su día su entusiasmo, me gustó la perspectiva de un proyecto diferente, un contrato de tres años y un crecimiento progresivo, algo que nunca antes había considerado. Es mi segunda vida, nunca he pensado en irme”, señaló.

Además, Mou reveló que los petrodólares no lo tentaron lo suficiente. “En verano recibí dos ofertas de Arabia Saudita, de Al-Hilal y Al-Ahli. Lo pensé y antes de ir a la reunión con ambas entidades informé a AS Roma, dejando claro que no tenía intención de aceptar. En mi casa dije exactamente lo mismo”, comentó.

“Por un lado, me sentí preso de mi promesa a los jugadores en Budapest y a los aficionados en el último partido. Pero no me quedo solo por eso. Fiché por AS Roma porque cuando conocí a los Friedkin me gustó mucho su forma de hablar. Sus palabras me tocaron profundamente, necesitaba algo así”, agregó el DT.

Es más, la oferta de los clubes árabes no es la primera que Mourinho rechaza. “En el pasado rechacé la oferta más increíble que jamás haya recibido un entrenador cuando China me ofreció el banquillo de la selección nacional y un club donde jugarían todos los internacionales. Una propuesta económica indecente, fuera de este mundo y de todo lugar”, destacó.

De todos modos, Mourinho le pegó un raspacacho a los Friedkin por no bancarlo tras la final perdida ante Sevilla. “Lo más triste fue no estar apoyado por el club en una situación así. Cumpliré los 4 partidos de sanción. Serán cuatro partidos en los que me sentiré hincha. “En Italia me sentí agredido, violaron mi libertad como hombre y mi libertad como hombre de fútbol. Aquí no me siento cómodo. Tengo miedo de recibir más sanciones”, sentenció el portugués.