Los dos torneos más importantes del Viejo Continente llegaron a su fin la semana pasada y ya asoma otro importante. El Sevilla se impuso al Inter de Milán de Alexis Sánchez y se proclamó campeón de la Europa League, mientras que el Bayern Múnich venció por la cuenta mínima al PSG y se quedó con su sexta Champions League. Ahora, ambos equipos van por la Supercopa de la UEFA.

El torneo, que busca al campeón de campeones en el fútbol europeo, se disputará el 24 de septiembre en Budapest, Hungría, y con una buena noticia para los fanáticos. El Comité Ejecutivo de la UEFA ha decidido hoy permitir que la Supercopa se juegue con un número reducido de espectadores (hasta el 30 por ciento de la capacidad del estadio) con el fin de estudiar con precisión el impacto de los aficionados en el Protocolo de Regreso del Fútbol de la UEFA.

En un comunicado se añade que la administración de la UEFA seguirá vigilando la situación y avisará al Comité Ejecutivo de la UEFA si se requiere o recomienda algún cambio con respecto a la Supercopa de la UEFA de 2020 y/o la decisión de que los partidos de la UEFA se jueguen a puerta cerrada hasta nuevo aviso.

Eso sí, la UEFA confirmó que todos los demás partidos "seguirán jugándose a puerta cerrada hasta nuevo aviso", tal y como se decidió el pasado 9 de julio.

El presidente del ente rector del fútbol europeo, Aleksander Ceferin, señaló que "si bien ha sido importante mostrar que el fútbol puede continuar en tiempos difíciles, sin aficionados, el fútbol ha perdido algo de su carácter. Esperamos utilizar la Supercopa de la UEFA en Budapest como un piloto que comenzará a ver el regreso de los aficionados a nuestros partidos".

"Estamos trabajando estrechamente con la Federación Húngara y su gobierno para aplicar medidas que garanticen la salud de todos los que asistan y participen en el partido. No tomaremos riesgos con la seguridad de la gente", cerró.