Este miércoles una verdadera bomba sacudió al Real Madrid. A través de un comunicado, los merengues entregaron una de las noticias que los hinchas blancos no querían escuchar: Sergio Ramos, el capitán y leyenda, no seguirá en la institución.

El defensor español cierra su aventura en el gigante de Europa después de 16 años y donde lo ganó absolutamente todo. Un capítulo imborrable en la historia del fútbol pero que, entre tantas cosas, tiene a un chileno como protagonista: Humberto Suazo.

Cuando Chupete vestía la camiseta del Real Zaragoza y la selección chilena hacía su regreso a un Mundial después de 12 años, Ramos protagonizó un fuerte cruce con el delantero. ¿El saldo? El artillero de la Roja no pudo estar al 100 por ciento en Sudáfrica, una cita para la que pintaba como figura.

De la mano de Marcelo Bielsa, el elenco nacional consiguió lo que durante años parecía imposible y se ganó su lugar en la máxima cita futbolística. De hecho, el propio Suazo fue uno de los responsables, anotando en momentos claves y terminando como el goleador de las eliminatorias con 10 tantos.

Su buen nivel tanto en Chile como en el Monterrey le valieron ir a préstamo a La Liga de España para jugar por el Zaragoza, club donde dejó momentos para el recuerdo, como su festejo tras el terremoto del 27F o la lamentable lesión.

Todo ocurrió el 24 de abril de 2010, cuando su club enfrentó como local al Real Madrid. En aquel encuentro los blancos llegaban llenos de figuras de la talla de Cristiano Ronaldo, Raúl e Iker Casillas. No obstante, le costó afirmarse en los primeros minutos.

Fue ahí que, con el reloj en los 2' minutos de juego, Suazo fue a disputar un balón con Ramos. Un salto para bajar una pelota fue suficiente para que el zaguero, tal como lo hizo con Mohamed Salah años atrás, le metiera el brazo en medio. El resultado fue una luxación que el chileno intentó aguantar, pero no lo logró.

En el 16' nuevamente un cruce con el español que lo tomó por el codo terminó por sacar a Chupete del partido. Con un cambio obligado, debió someterse a exámenes, los que arrojaron una luxación por toruta parcial del ligamento glenohumeral. La operación fue un éxito y el goleador pudo decir presente, pero la falta de fútbol y el temor evidente a una nueva lesión le pasaron la cuenta, estando muy lejos de lo que había mostrado.

En Sudáfrica 2010, Suazo logró disputar solo algunos minutos en el choque con Suiza y el partido con Brasil. Por su parte, Ramos sufrió pero se coronó campeón de dicho certamen. Dos caminos distintos, pero donde el chileno sacó la peor parte por culpa del español. Una herida que hasta hoy está sin perdón ni olvido.