Los movimientos que está haciendo el Barcelona en este mercado de fichajes no han pasado inadvertidos y el mundo futbolero se pregunta cómo es posible que siga haciendo fichajes si hace más de un año que se ha declarado en una profunda crisis económica.

El equipo culé tiene una deuda de unos 1,300 millones de euros, pero la necesidad de volver a pelear títulos y codearse con los grandes equipo de Europa ha llevado a la dirigencia a tomar arriesgadas decisiones.

En su momento Julian Nagelsmann, técnico del Bayern Munich, señaló a raíz de la venta de Robert Lewandowski: "No sé cómo ha fichado a tantos jugadores. El Barcelona es el único club del mundo que no tiene dinero, pero luego compra a todos los jugadores que quiere. No sé cómo lo hacen. Es un poco raro, un poco loco. Tiene mejor equipo que la pasada temporada".

En los últimos seis meses llegaron: Koundé por 50 millones de euros + 12,5 millones en variables, Raphinha por 48 millones + 12 en variables, Robert Lewandowski por 45 millones + 5 en variables, Pablo Torre por 5 millones + variables que pueden superar los 20 millones, Kessié libre + prima de fichaje, Andreas Christensen libre + prima de fichaje, Ferrán Torres por 55 millones + 10 en variables, Aubameyang libre + prima de fichaje. Además, renovó el campeón del mundo, Ousmane Dembélé, quien recibe un millonario sueldo.

Pero no sólo eso, Joan Laporta, presidente del club, ha afirmado que la ventana de fichaje aún no termina para el Barcelona y están dispuestos a ir por más.

Bernardo Silva, Iñigo Martínez, César Azpilicueta, Marcos Alonso y Sergio Reguilón son los jugadores que está siguiendo el equipo blaugrana y que podrían llegar en los próximos días.

En un reportaje de The Athletic se indica que para realizar todos estos fichajes el Barcelona ha tenido que hipotecar su futuro y realizar arriesgadas transacciones, como la venta del 10 por ciento de los derechos audiovisuales de LaLiga de los próximos 25 años por 207,5 millones al fondo de inversión Sixth Street, de Estados Unidos.

Además, cedió a Sixth Stret otro 15 por ciento de sus derechos televisivos durante los próximos 25 años por un valor de 400 millones de euros, y finalmente vendió por 100 millones de euros el 24,5% de Barça Studios a la plataforma socios.com.

En dicho artículo además acusan que para solventar sus problemas económicos, "un ejecutivo del club se acercó a la UEFA para utilizar los futuros ingresos de transmisión de la Liga de Campeones como garantía para solicitar un préstamo".

"La idea del Barcelona era solicitar un crédito a un banco y utilizar los futuros ingresos de transmisión de la Liga de Campeones para asegurar el préstamo. La UEFA respondió categóricamente con un rotundo 'no'", añaden.

"El organismo rector del fútbol europeo le explicó al dirigente del Barcelona que no podían usar el dinero de la televisión de la Liga de Campeones futura de varios años como garantía porque no había garantía de que clasificarían para el torneo en cada temporada. Esto se debe a que la clasificación para la Liga de Campeones se asegura a través del mérito deportivo, en lugar de un derecho de nacimiento", afirman.

Lo cierto es que, pese a que el Barcelona ha conseguido de algunas forma los recursos para realizar estos grandes fichajes, aún no los ha podido inscribir en la Liga española, lo que podría significar un enorme problema.

Joan Laporta se defiende: "Respeto todas las opiniones pero no tienen la información para decir estas declaraciones. Los jugadores que fichamos este verano son una inversión. Algunas personas lo consideran como un gasto".

"Los jugadores existentes entienden perfectamente nuestras inversiones porque los jugadores que estamos fichando están ajustando sus salarios a una nueva estructura. Si no hacemos nada, probablemente el club desaparecerá”, añade.

Ahora, el Barcelona debe resolver este jeroglífico económico para repestar el fair play financiero de la Liga y contar con los nuevos jugadores en el torneo que comienza el 12 de agosto.