Sin lugar a dudas que lo más destacado del empate sin goles entre Brasil y Venezuela por el Grupo A de la Copa América 2019 fue el notable desempeño del equipo arbitral chileno que dirigió el partido, encabezados en cancha por Julio Bascuñan y en el VAR por Roberto Tobar.
Los árbitros no dejaron dudas en todos y cada uno de los cobros que realizaron, en las jugadas polémicas el juez nacional brilló por su rapidez y seguridad a la hora de cobrar infracciones, y no cayó en la tentación de utilizar la tecnología en cada infracción dudosa.
En el primer tiempo, anuló un gol convertido por Roberto Firmino por una infracción en contra de un defensor venezolano; ya en el complemento, el Scratch abrió la cuenta en el minuto 64 mediante Gabriel Jesús, esto porque el árbitro asistente Claudio Ríos no cobró posición de adelanto cuando el jugador del Liverpool asiste a su compañero; sin embargo, la oportuna llamada de Tobar provocó que en menos de un minuto se revirtiera el fallo y se anulara la anotación.
Y la guinda de la torta fue a poco del final, cuando Philippe Coutinho anotó en el minuto 87 en la boca del arco; pero una mano de Firmino fue vista por el VAR y por consiguiente, Bascuñan invalidó la anotación.