Argentina se proclamó campeona de la Copa América de Estados Unidos 2024. El cuadro albiceleste consiguió un triunfo en el alargue sobre Colombia y se alzó con su cuarto torneo consecutivo, desde 2021.
Lionel Messi acrecienta, de esta manera, su leyenda en el fútbol mundial. La Pulga consiguió un título amargo. Salió por una lesión y tuvo que ser remplazado por Nicolás González. No obstante, se llevó todas las miradas en Miami.
Ya se habló hasta el cansancio del VAR, de la mala organización y del contrasentido que significó el show de Shakira en el entretiempo de la final. Lo que falta decir es que, dentro de toda esta sarta de defectos, Argentina también sumó lo suyo.
Porque, todos podemos soportar a Rodrigo De Paul tirándose y quejándose veinte veces por partido. O un Dibu Martínez celebrándole los goles a la hinchada rival. Hasta ahí, todo es casi folclórico. Pero, los trasandinos pasaron el límite.
¿Qué paso en la celebración de Argentina que llamó la atención?
Enzo Fernández hizo una transmisión en vivo de la celebración de la escuadra argentina en el bus que los llevó de regreso al hotel, tras obtener la Copa América. En medio de la euforia, se le coló algo.
Es que el plantel de la Selección Argentina se acordó de uno de sus máximos rivales en este último tiempo, Francia. Pero, en vez de alguna broma inocente, repitieron una canción que todos deberían repudiar por racista.
“Juegan en Francia, pero son todos de Angola”, dice el cántico del que tanto se enorgullecen algunos argentinos. Por creatividad, quizás. Por racismo, no deberían. Es que no solamente es ignorancia pensar que todos los afrodescendientes deben vivir en África, sino que también se ríen del color de piel de los jugadores franceses. Eso, por no hablar de los tintes homofóbicos de la letra.
Lo cierto es que si la FIFA está en batalla frontal contra el racismo, lo principal sería también castigar a los jugadores que repiten lo que se grita en la galería. La responsabilidad es mayor cuando se viste la camiseta de una selección.