El adiós de Matías Fernández del fútbol sigue dejando reacciones en el fútbol chileno, siendo ahora turno de Jorge “Peineta” Garcés, entrenador que sufrió en carne propia del talento del ahora ex volante en sus años dirigiendo a O'Higgins de Rancagua.

Pues claro, porque fue precisamente al cuadro celeste que el formado en Colo Colo anotó tal vez uno de los goles más bellos de su carrera. Fue en la noche del miércoles 9 de agosto de 2006, cuando el 14 de los blancos se mandó un Maradoniano gol en el Estadio Monumental para anotar el segundo gol albo en lo que terminó siendo una goleada de 4-1 sobre los rancagüinos.

En conversación con La Tercera, el Peineta señaló que “lo recuerdo, en primera instancia, con tristeza porque le hacen un gol a tu equipo, pero también con sentimientos encontrados porque fue maravilloso, hasta lo aplaudí, fue un golazo”.

En ese sentido, el ex DT de O’Higgins se cuestionó que “esas jugadas se cortan de alguna manera, en el buen sentido, no pegando un golpe o una patada, sino obstaculizar su carrera un poco, que fue lo que les dije a los chicos en su momento”.

El Golazo de Matías Fernández a O'Higgins:

“Yo jamás lo haría porque considero que ese tipo de jugadas y jugadores se les respeta, jamás les haría daño. Simplemente te pones adelante, cortas la jugada, obstruyes un poco la carrera y ya, o le tomas la camiseta, algo así”, agregó.

Sin embargo, con el correr del tiempo terminó valorando el golazo de Fernández: “Mejor que no lo hayan detenido la verdad, porque fue muy bonito el gol (…) Cuando uno ama esta actividad como la amo yo, me encanta ver jugadas bonitas, creativas, hermosas, y esa fue una de ellas”.

Matías Fernández decidió colgar los botines a los 36 años. | Foto: Archivo.

Matías Fernández decidió colgar los botines a los 36 años. | Foto: Archivo.

A la hora de analizar la carrera de Matigol, Garcés declaró que “lo recuerdo como un jugador lleno de talento. Siempre pensé que era un muy buen chico y el tiempo lo demostró, nunca se le vio en nada, al contrario, siempre profesional y criterioso en sus declaraciones”.

“Cuando hacía estas cosas, él simplemente era Matías para mí, no lo comparo con otros jugadores, yo lo veía a él y me deleitaba con él básicamente. Fue un grandísimo jugador, de los que uno pagaría por ir a ver”, concluyó Don Jorge.