Julio Rodríguez es conocido en el mundo del fútbol por ser un gran preparador de arqueros. De hecho, Claudio Bravo reconoció muchas veces la importancia que tuvo en su formación.
Su historia de vida eso sí es más que enseñarle conceptos importantes al ex arquero de Barcelona. Vivió en Estados Unidos pintando casas y actualmente sufre problemas de salud, debido a una doble intervención quirúrgica a la columna.
“Yo viví mucho tiempo en Portland, Oregón. Fueron varios años años. La primera fue en 1988 y me quedé 4 o 5 años. La segunda vez fue en el 2017-2018, cuando fui con residencia permanente“, cuenta en entrevista con Redgol.
–En Estados Unidos, a pesar de su pasado como deportista, tuvo otro oficio.
En el fútbol allá no tenía opciones de trabajar, así que me puse a trabajar en pintar casas, que fue lo que había hecho antes. Casas grandes, mansiones, que son súper bonitas.

–¿Vivía bien con ese trabajo?
Los gringos son tipos ocupados por sus trabajos y familias, por lo que era buena la paga, ellos aprecian el buen trabajo. Y yo soy bien detallista, incluso en esto de la pintura. Tengo hasta hoy buenos clientes, pero por cosas de salud volví a Chile y vivo en Ñuñoa. Ya no quiero seguir en la pintura, que me gustó harto pero es bien duro.
Julio Rodríguez y la escuela holandesa de arqueros
-¿Paralelamente se perfeccionaba como preparador de arquero tras su retiro?
Me fui especializando en el tema arqueros en EE.UU. Hice cursos y me di cuenta que no sabía enseñar a los arqueros, por lo que me propuse aprender y tuve un buen maestro, que después me dijo que conociera al mejor del mundo que era Frans Hoek, que vivía en Holanda y que descubrió a Edwin Van der Sar.
-¿Cómo fue esa experiencia ?
Pasa que en los 90 el arquero era uno más del equipo y cuando cambia la regla (que el arquero no podía tomarla con la mano tras un pase) debía ser un jugar extra, el número 11, cooperar en la construcción del juego. Para el cuerpo técnico de Louis Van Gaal debía tener la posesión del balón y a Van der Sar lo integraron a este juego de fondo del Ajax, que ganó la Champions en el 95. Cuando perdían la pelota presionaban mucho, entonces Van Der Sar cubría mucho espacio como líbero.
-¿Esa escuela holandesa fue la que trajo a Chile?
Yo estaba ya en Chile y me perfeccioné. Empecé como el 94-95 en Colo Colo, querían saber lo que significaba tener un preparador de arqueros en la formación. Y antes del contrato empecé ad honorem.

Julio Rodríguez junto a Franco Baresi
-¿Cómo conoció a Frans Hoek?
Tenía buenos amigos en las divisiones menores que me obligaron a capacitarme. La verdad no tenía suficiente conocimiento para mejorar y ser más moderno y ahí me acordé de Frans. Fui a conocerlo a EE.UU, donde hacía unas clínicas que duraban tres días. Me recibió bien, sabía que venía de Chile y me dijo que si quería conversábamos y podía hacer sus cursos en Holanda.
-Gracias a eso perfeccionó a Claudio Bravo, pero también a otros arqueros.
Lo de Claudio me marcó. Fue el que más alto llegó, teniendo casi el mismo estilo de Felipe Núñez. Eduardo Lobos lo mismo, que se complicó el hombro en un lesión con Boca.
–¿Cómo recuerda lo de Bravo?
El progreso que tuvo Claudio y su evolución fue bien natural. Lo tuve 5 o 6 años, empecé con él a los 12 años y a los 16 años lo llevé a entrenar con Arbiza y el Rambo Ramírez, que se volvieron locos. De dónde salió este niño decían, les daba clases a los dos.

Julio Rodríguez junto a Claudio Bravo
-¿Actualmente cómo está su salud?
Me operé porque tenía un problema en la columna hace 3 o 4 años. Con los kinesiólogos de Meds, especialmente Wilson Ferrada, hicimos un fortalecimiento. Cuando venía a Chile trabajábamos y me mandaba a EE.UU. fuerte, sin dolor. Jugaba tenis, iba al gimnasio, hacía deporte y estaba bien. Pero al final esas lesiones se ponen crónicas y unos trabajos de pesa me complicaron, hasta que los dolores me dejaron sin caminar, en silla de rueda.
-¿Tuvo que operarse luego de eso?
Lo hablé con el doctor Álvaro Dowling que es una eminencia en operación de columna menos invasiva y me dijo que estaba complicado, porque ya era una lesión severa. Tenía una “cola de caballo” como le dicen los médicos, lo que paraliza el tren inferior.
–No puede caminar entonces.
Así es. Y yo creo que estaré varios meses sin volver a caminar, porque fue severo. Hizo dos cirugías el doctor, no sólo una, por todos los problemas que tenía en la columna. Me puso placas y tornillos para afirmar la zona, serán unos 5 o 6 meses para volver a caminar.