La temporada 2024 fue muy especial para Paulo Garcés. El portero había sido anunciado a principios de ese año como jugador de Deportes Linares, de la Segunda División Profesional de nuestro fútbol.
Sin embargo, a solo unos días de la presentación, sorprendió con un duro anuncio: no iba formar parte del plantel del Depo de cara a ese año, por “motivos personales y familiares”.

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El cuadro del Maule, en un comunicado, señaló que dichos motivos fueron respetados absolutamente y en donde siempre debe primar en toda persona su núcleo familiar”.
Hoy, el meta con pasos por Deportes Antofagasta y Colo Colo recuerda con lujo de detalles la jornada que marcó para siempre su destino futbolístico, y que ocurrió en la ciudad de Valdivia.

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En conversación con el programa Te Quiero Ver de TNT Sports, Paulo Garcés abre su corazón para contar con detalle el drama familiar que lo hizo arrepentirse de ir a jugar a la ciudad de Linares, y como un asado lo cambió todo.
“Estábamos en un asado de un amigo ahí en Valdivia, y de repente mi señora (Joyce Castiblanco) se paraliza y empieza a gritar. Yo estaba como a diez metros, ponle”, recuerda el portero en el programa.
“Y Benja (su hijo) se acerca a mí y me hace así (gestos con las manos) y como yo estaba lejos, yo no entendía que estaba haciendo, pensé que le había picado algo, porque me hacía así (repite los gestos)”, agrega el Halcón.

Paulo Garcés está en esta temporada bajo el arco de Unión San Felipe. Foto: Andres Pina/Photosport
Luego, detalla que él y su esposa no sabían qué hacer ante la delicada situación que vivían: Su hijo se estaba ahogando con un trozo de carne. “Yo le digo ‘amor, amor’ y mi señora paralizada, gritaba nada más. Y ahí me hace como que se está ahogando Benja, y lo primero que atino, yo no se hacer esa maniobra (de Heimlich) ni nada por el estilo, a abrile la boca, y meto los dedos y toco la carne. Entonces dije ‘ah está ahí y fuuuu, fuuuu’ (gesto de sacar algo), eso fue”, recordó.
Tras este hecho, vino lo que partió el corazón para Garcés: la petición de su hijo. “Pasaron dos o tres días seguidos, y mi hijo lo único que me decía: ‘papá, por favor no te vayas, que me salvaste la vida’. Entonces qué haces contra eso. Chao”, comentó.

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Finalmente, Paulo Garcés revela el gran gesto de Jaime Valdés, entonces controlador de Deportes Linares, al conocer la delicada situación con su hijo que estuvo a punto de morir.
“Llamo al Pájaro Valdés que estaba a cargo del club y le dijo: ‘Pajarito necesito una reunión vía zoom o por videollamada”. Sí, me dice, le explico la situación y me dice ‘no te preocupes, amigo. Está todo ok, no te preocupes, muchas gracias igual por tratar de venir, pero la familia está siempre va a estar primero’“, indicó.
“Uno posterga mucho a la familia. La profesión esta es postergar y postergar a tu familia. Ese momento me lo pidió mi hijo, y le dije que si”, cierra brutalmente.