Pese a que Antoine Griezmann convirtió el gol del empate del Barcelona ante el Nápoli en el duelo de ida de los octavos de final de Champions League, es un hecho que el galo está lejos de lo que mostraba en el Atlético Madrid, donde además de goleador, era el líder del equipo.

Uno de sus dolores de cabeza, es que no logra sintonizar con Lionel Messi. "Él está a la derecha, yo más a la izquierda. Es bastante complicado encontrarte con él y que me vea”, aseguró el atacante una vez terminado el encuentro.

Agregando que “cuando jugamos en el medio, tratamos de hacer uno-dos, trato de hacer pases en profundidad ya que es mi trabajo en el Barça".

Griezmann hace su propio mea culpa por su rendimiento en el Barca. “Intento adaptarme al equipo. Sabía que al venir aquí, iba a tomarme el tiempo para adaptarme. Es un trabajo diferente, pero es importante para mí ayudar a los compañeros de equipo", cerró.