Universidad Católica está remodelando San Carlos de Apoquindo para tener uno de los estadios más modernos de Sudamérica. Por eso los hinchas esperan ansiosos la fecha en que pueda estar operativo para volver a jugar un partido.
Juan Pablo Pareja, gerente general de Cruzados, señaló eso sí que aún deben tener ser pacientes para que sea una realidad la obra que se está terminando en Las Condes.
“Llevamos un 65% de avance y nos faltan los últimos ajustes”, comenzó señalando en una entrevista concedida a La Tercera. “Nuestra intención es a fin de año hacer algún tipo de acto inaugural del recinto o una serie de actos inaugurales”, señaló.
Señala además que esta temporada no hay chances de poder jugar en el nuevo San Carlos. “Probablemente no vamos a jugar un partido oficial este año. Sí durante diciembre intentaremos poder desarrollar algún acto inaugural y estar preparándonos para poder inaugurar oficialmente en el inicio de la temporada 2025”, agregó.
Desaparece el nombre del estadio San Carlos
El funcionario de Cruzados asegura que el clásico nombre San Carlos de Apoquindo desaparecerá para siempre del estadio que se estrenó en 1988.
“Para efectos del estadio, el concepto San Carlos de Apoquindo desaparece y solamente va a tener el nombre Claro con el acompañamiento de estadio, que puede ser arena parque, park o lo que sea”, comentó.
Agrega que “eso es una situación que está absolutamente estudiada en el mundo, pues para que el naming rights funcione como retorno publicitario para la marca que invierte, necesariamente tiene que tener un solo nombre y no un apellido, por así decirlo”.
Los palcos del nuevo estadio
Pareja señala que hay furor para adquirir los palcos del nuevo estadio, un hecho que además amortigua la inversión de 50 millones de dólares que se le hará al recinto.
“Es un producto nuevo en el fútbol chileno. La demanda ha sido exitosísima. De las 22 suites de Livingstone (tribuna Pacífico), están todas vendidas, y de los 24 palcos de Alberto Fouillioux (tribuna Andes), tenemos 19 vendidos y casi tres más a punto de cerrarlos”, comenta.
Señala que “han sido empresas las que han comprado la mayoría de ellos. Estamos contentos por la confianza que han tenido de comprar estos palcos, porque los vendimos con la condición de poder pagar los dos primeros años por anticipado”.