Pese al buen momento de Universidad Católica, había un flanco que el entrenador Gustavo Quinteros no podía justificar: el nulo aporte del último refuerzo de la UC, Duvier Riascos.
Y no sólo la crítica de la prensa estaba encima del atacante, los hinchas cruzados ya perdían la paciencia cuando el cafetalero fue titular ante Everton y marcó el tanto del triunfo cuando el reloj marcaba el minuto 48.
Pero lo que más llamó la atención del gol del colombiano, fue su celebración. Se lanzó al piso y pese a tu estatura y contextura, supo moverse como una culebra haciendo honor a su apodo.
Después del encuentro Riascos afirmó que “estoy contento porque venía trabajando para esto, para mejorar en lo individual, y en lo grupal logramos sacar el resultado. Me estuve poniendo a punto algunos días para estar mejor físicamente y pude jugar los 90’ y terminar el partido. Me siento mejor, más adaptado, y agradecido con el profe por esta oportunidad”.