Alejandro Tabilo no llegó tan lejos como quería en Roland Garros, pero no se fue cabizbajo. Tras superar la primera ronda y caer en la segunda ante el australiano Alexei Popyrin, el chileno-canadiense dejó París con una sonrisa tranquila. “Estoy feliz porque ya no tengo dolor”, dijo.

Después de casi dos meses alejado del circuito por problemas físicos, el número uno de Chile confesó sentirse “liberado” y con el ánimo renovado para enfrentar la temporada de pasto, su superficie favorita. 

Pero más allá del tenis, el zurdo de 26 años también aprovechó de sincerarse sobre cómo vive los momentos duros y qué hace para desintoxicarse del ritmo competitivo.

Alejandro Tabilo previo a su eliminación en Roland Garros 2025 (Getty Images).

El cable a tierra de Tabilo

Durante su pausa, Tabilo se refugió en lo más simple: su hogar. “Lo que más me gusta es estar en mi casa, descansar, jugar un poco a la play, estar con la familia y con mi novia”, contó.

Ese tiempo en Chile le permitió reconectar con lo cotidiano, lo que no siempre se puede hacer cuando el calendario tenístico te lleva por medio mundo.

Y es en esa desconexión donde también volvió a pensar en otras pasiones que lo marcaron antes de dedicarse de lleno al tenis.

¿Y si no fuera tenista? La otra vocación de Alejandro Tabilo

En entrevista con AS, le preguntaron directamente: ¿Qué habría sido de no elegir el tenis? Y su respuesta dejó claro que siempre estuvo destinado a moverse en una cancha, de una forma u otra.

“Me gustaba mucho el fútbol en su tiempo y en Canadá había mucho básquetbol. Si no fuera deportista, tal vez me hubiera inclinado hacia algo relacionado con los deportes o quizás algo de estudio”, respondió.