El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, se refirió a la carta escrita por los internos del penal Punta Peuco, en la cual aceptan haber cometido violaciones a los derechos humanos y solicitan el indulto.
¿Qué dijo el ministro de Justicia sobre la petición de indulto a presos de Punta Peuco?
A cerca de la misiva, el ministro Cordero destacó que la importancia es que “lo afirma un grupo de personas que, si bien en el pasado negaron violaciones a los derechos humanos, en esta carta señalan que sí existieron”.
“Es evidente para nosotros que hay información en manos de esas personas, que sería conveniente por el bien del país, de las familias y probablemente de su propia consciencia, que la pudieran entregar“, afirmó la autoridad.
Además, consultado por la opción de beneficios y si el Ejecutivo está abierto a esa postura, Cordero respondió que el Gobierno “no tiene ninguna iniciativa sobre ese punto y cualquier efecto de sus declaraciones están en el contexto de las indagaciones judiciales”.
Sobre posibles modificaciones normativas, el secretario de Estado indicó que “en materia de indultos, la doctrina del Gobierno es que los delitos de lesa humanidad no son indultables”. Y “cualquier otra modificación sobre beneficios penitenciarios son un mecanismo que requiere modificación legal o reglamentaria”, afirmó.
¿Qué dice la carta de los reos?
En la carta, escrita por 27 de los 134 condenados en Punta Peuco y dirigida al diputado Gonzalo de la Carrera, reconocen que muchas de sus acciones “produjeron violaciones a los derechos humanos“. Sin embargo, mencionan que fue en el cumplimiento de sus deberes y en la forma “como lo entendíamos en esa época”.
“Ello fue reflejo de la formación que daba más importancia a la obediencia que al respeto por el que se consideraba adversario, lo que se cita como dato para su comprensión y no su justificación”, agregaron.
Los reos también manifestaron su congoja por los suboficiales, soldados conscriptos y empleados, a quienes catalogaron como el eslabón “más bajo y débil” de la cadena de mando, cuyo “único futuro es terminar sus días en prisión por cumplir órdenes de sus mandos“.
“Hemos esperado 33 años para que nuestros superiores asuman la responsabilidad de sus órdenes (…). Venimos a asumir la responsabilidad de sus actos, como consecuencia del pávido silencio de aquellos que (…) no han tenido la grandeza de hacerse cargos de las órdenes que impartieron”, expresaron.
Finalmente, solicitaron medidas jurídicas y administrativas para que los suboficiales, clases, soldados y empleados civiles “puedan volver a estar junto a sus seres queridos“.