Claudio Bravo: Saca de apuros a Chile con un oficio insuperable y su conocido buen pie. Casi no fue requerido con las manos.

Óscar Opazo: Comenzó con ímpetu pero la escalada de Parot lo hizo adoptar una postura más cauta. Terminó como lateral volante.

Paulo Díaz: Con un rechazo de palomita mostró la autoridad del capitán de Chile. Por su lado no pasaron y adelantó líneas.

Sebastián Vegas: Tuvo dudas en el inicio, después ajustó las marcas y no volvió a pasar zozobras.

Alfonso Parot: Tenía problemas con Ellishasta que le ganó la banda en asociación con Diego Rubio. Anotó su primer gol con la selección chilena en pelota parada. Recibió tarjeta amarilla.

Claudio Baeza: Se instaló entre los centrales con confianza y adelantó las filas hasta la mitad de la cancha. Muy equilibrado.

Charles Aránguiz: Fue recibido con violencia por los hondureños, pero igual generó fútbol cerca de los delanteros. Culpable de que Chile no soltara la pelota.

César Pinares: Otro primer tiempo con ataduras, nuevamente esta vez muy cargado a la banda derecha y fuera del circuito.

Eduardo Vargas: Dejó el ataque para juntarse con Charles Aránguiz en la generación y mostró versatilidad. Apareció en el circuito y se convirtió en principal motor de ataque.

Diego Rubio: Pivoteó el gol de Parot en la única que tuvo en el área. Un par de buenos apoyos defensivos, mucho desgaste y un remate que rebotó para el potente delantero.

Jean Meneses: No pudo desbordar pero su derecha estuvo en el córner del gol y en un remate que pasó pegado al vertical.