Chile ganaba con autoridad a Austria en su segundo partido en el Mundial de Francia 1998, hasta que en el minuto 92 apareció Ivica Vastic para poner el balón en un ángulo imposible para Nelson Tapia y apagar la ilusión de 20 millones de chilenos.
Justo 22 años después, Ítalo Traverso conversa con Redgol y recuerda ese amargo encuentro que terminó empatado y puso en vilo la clasificación de la Roja a los octavos de final del Mundial.
“Viendo los videos ahora he podido disfrutar un poco, salvo el de Austria, ese empate a última hora todavía me pena demasiado”, revela el actual PF de Palestino.
Agregando que “eso te deja una enseñanza: siempre digo que si vas ganando 1-0, no busques el 2-0, si quedan dos minutos, puede ser antifútbol, pero es así”.
Consultado respecto a cómo fueron los minutos posteriores al final de ese desgraciado encuentro, Traverso cuenta que fue “horrible, el camarín era un funeral ¿y qué le podías decir a los jugadores? ¿qué no importaba? ¡sí que importaba! el triunfo nos clasificaba y hasta con posibilidades de ser primeros en el grupo”.
El Preparador Físico confiesa que tuvieron que hacer un ajuste para sacarle presión al equipo de cara a lo que se venía.
“Al día siguiente teníamos planificado un entrenamiento personalizado y decidimos con Nelson (Acosta) darles el día libre y nosotros darnos también, y fue un acierto, volvieron en la noche y el ambiente era diferente”, cerró.