El pádel es un deporte que se ha tomado no solo Chile, sino que el mundo entero. Nuestro país no ha quedado ajeno al boom paletero en todo el orbe, y en el reciente Chile Open del World Padel Tour quedó demostrado que nadie quiere quedarse afuera de la fiesta, donde se peleaban las entradas para los cinco mil espectadores que podía recibir San Carlos de Apoquindo.

La disciplina popular se ha masificado tanto en el plano amateur como en el profesional en esta larga y angosta faja de tierra, y es en este último bloque donde se ubica Javier Valdés. El crack chileno es número uno nacional y 64° en el ránking mundial, y el miembro del Team Marley Coffee analiza y proyecta este fenómeno. Y se ilusiona con unos Juegos Olímpicos.

“Chile lo tiene todo, pero es muy importante un buen trabajo de base”

Javi explica que el gran crecimiento del pádel tiene varias aristas.”Era uno de los deportes que se podían practicar en pandemia, eso ayudó a que mucha gente lo conociera. También gracias al World Padel Tour, porque fuimos de los pocos deportes profesionales que se siguieron jugando, obviamente con todas las restricciones”.

“La gente estaba en la casa y se apostó mucho por la visualización. Eso lo masificó y empezó a enganchar. Además, es un deporte muy social, que pueden jugar las familias, y si lo pasan bien, es muy fácil progresar. Va todo un poco de la mano”, agrega.

Con respecto a la comparación con el tenis, Valdés opina que son un complemento. “Creo que no es una amenaza para el pádel, pueden ir de la mano, pero con distintos organismos. Son deportes hermanos, que en instalaciones, infraestructura y organización son muy parecidos, y eso es muy positivo”, explica.

“Eso ayuda a rebajar gastos. Siempre se ha especulado con que las federaciones de tenis quieren absorber el pádel, pero yo creo que cada deporte tiene que ir con su propia federación”, complementa.

Javier Valdés la rompe en el pádel chileno. | Foto: Agencia BMR

Con respecto a la posición de Chile en el contexto mundial y el futuro, Javi Valdés mira con optimismo hacia adelante. “Nosotros ya venimos jugando mundiales hace muchos años. En el Mundial pasado tuvimos chances para salir dentro de los mejores seis países, pero perdimos una serie muy competitiva contra Bélgica, que fue el equipo sorpresa. Al final, terminamos ocho de 16, octava plaza que nos asegura ir a jugar sin repechaje el siguiente”, apunta.

“Chile tiene todo, un nivel de infraestructura que en Sudamérica hay muy poca. Es muy importante hacer un buen trabajo de base, tiene que reforzarse la federación para hacer un circuito de menores competitivo”, agrega.

Para cerrar, con respecto a la posibilidad de que el pádel sea incluido en los Juegos Olímpicos como disciplina, es realista pero también se ilusiona. “La verdad es que yo siempre fui muy realista, nunca me vi jugando unas Olimpiadas, porque el pádel empezó a crecer hace muy poco. Es algo que me cuesta imaginar. Obviamente, sería una experiencia extraordinaria. Creo que si todo sale bien y el cuerpo me acompaña, podría perfectamente jugar unas Olimpiadas antes de retirarme”, concluyó.