Leonardo Canales, más conocido como Batman, fue coetáneo de Roberto Cóndor Rojas. Desafortunadamente para él, pues eso le quitó varias posibilidades de defender a la selección chilena. De todos modos, el ovallino tuvo una carrera espectacular en el fútbol chileno.
Fue campeón en dos clubes: Universidad Católica en 1984 y Cobreloa en 1992, en aquel icónico equipo dirigido por José Sulantay que logró una racha de 27 fechas sin derrotas. Además, fue precursor por las tenidas de colores poco usuales en la época. Por ese gusto fue definido por varios como el ‘arquero elegante’. En su tierra natal, le contestó un llamado a RedGol.
¿Quién fue el autor del sobrenombre Batman?
Fue acá en Deportes Ovalle. Debuté el 80. Y el 81, digamos, después de jugar en la selección chilena juvenil, jugué todo el año. Antiguamente en el diario La Tercera salía un cuadradito con nota y todo de resúmenes de los partidos. Con nota y todo. Fuimos a jugar a Los Ángeles contra Iberia. Empatamos a 0. Y dijeron que fui Batman con mis voladas. Quedé como Batman. Después se repitió en Ovalle y la revista Estadio. Cuando jugábamos con la U de Chile era duelo de superhéroes con el Superman Vargas.
¿No tuvo un Robin?
Pasapalabra.
¿Por qué fue eso del arquero elegante?
En Católica todo es elegante. De ahí me fui a Naval y estábamos con Le Coq Sportif. Había un gran amigo, Ricardo Figueroa, que hasta hoy nos comunicamos. Mandábamos a hacer tenidas especiales, al gusto de uno. El arquero es diferente. Uno trataba de transmitir presencia y tiene la potestad de elegir los colores que quiere mientras no interfiera en los equipos. Fui el primero que empecé con poleras moradas y todos esos colores. Poleras con vuelito, me molestaban y me decían Locomía.
La profunda admiración del Batman Canales por Cóndor Rojas y Claudio Bravo
Para Leonardo Batman Canales, Roberto Rojas está por sobre Claudio Bravo, pero netamente por una cuestión de gustos. Y quizá de nostalgia al ver que compartieron la misma época. Algo que el Loco, como también le apodan al ovallino, admite sin tapujos.
¿Quién era tu ídolo?
Sepp Maier. Lo veía en la tele cuando cabro chico. Me marcó mucho en el Mundial de 74. Antes no había eso de entrar a internet y ver los partidos completos. En Chile Willy González, ovallino que en paz descanse. (N. de la R: falleció a los 27 años víctima de las graves heridas por la explosión de su calefont en Rancagua en 1984).
¿Claudio Bravo o Roberto Rojas?
Roberto Rojas. A Claudio lo admiro, tengo un respeto extraordinario por él. Fue contemporáneo, lo miraba en la selección. Le salían las cosas tan fáciles y nací con él. Un arquerazo. Dejo afuera lo otro que ya no viene al caso. Acuérdate que Roberto se iba al PSG después del Maracanazo. A Claudio lo idolatro, es un tipazo y un arquerazo. Pero es cuestión de gustos. Siempre hago un top 5. Dejas fuera al Gatito Osbén, que marcó presencia. Y Sergio Livingstone.
La vida ovallina de Leonardo Batman Canales
¿En qué está hoy en día?
Llevo seis años que volví. Cuento corto: puse una academia de arqueros, después estuve en el CSD Ovalle, que está en Tercera B. Fui entrenador y otros cuatro años, preparador de arqueros. También hago talleres municipales en las poblaciones y con alguna academia particular haciendo clases a los arqueritos.
¿Invirtió bien?
No hay ningún problema. Siempre se dice que antes no se ganaba tanto dinero y ahora sí. Las comparaciones son odiosas. Contento con lo que hice, pero como todo en la vida: dinero que a lo mejor te estafaron, otros se ocuparon, otro lo disfrutaste. Ya en esta etapa retribuir todo lo que uno aprendió, en los clubes que estuve ojalá. Es más que importante hacer eso en mi ciudad natal.
Mi hija mayor es enfermera. Vive en Iquique. Y la menor está en quinto año de ingeniería civil en minas en la Universidad de Chile. Salió habilosa, al papá. Lo andamos ubicando sí, jajajaja…
¿Cuáles fueron sus mejores años?
Depende de la etapa de la carrera. Mi sueño era jugar en Deportes Ovalle, uno no sabía qué más iba a pasar. Tuve aptitudes, conté con el apoyo de mis padres. Me exigieron el cuarto medio, lo terminé concentrado en Pinto Durán en Santiago. Hay un cariño enorme por los inicios. Llegar a Católica a los 18 años, debutar contra la U en un clásico. Son muchas cosas que te marcan. En Naval estuve 4 años. A eso voy, en el Vial estuve un año y fui capitán. Le tengo mucho cariño a todos. En Unión no jugué tanto, pero cuando logras los objetivos se marca más. Eso fue en Cobreloa. Te marca, fue una campaña extraordinaria y fuimos campeones.