La historia de Denís Dmítrievich Chéryshev es singular. Nunca ha jugado fútbol formalmente en Rusia, el país que tiene rendido con su gran actuación en la Copa del Mundo. Toda su experiencia en la cancha la vivió en España, donde inició su carrera mientras su padre Dmitri jugaba en el Sporting de Gijón a fines del siglo pasado.

También era delantero, pero no hizo mucho. Un gol a San Marino fue toda su producción para la selección, donde no dejó mucha historia. Mejor la de su hijo, a quien llevó a las divisiones inferiores del Sporting, donde jugó cinco años. Después don Dmitri se cambió el Burgos y con él partió Denís.

En 2002 vino el salto. Los veedores del [[Real Madrid]] lo escogieron para sus divisiones menores e hizo toda la formación desde los 12 años. A los 20 se fue a la filial, Real Madrid Castilla, donde tuvo buenos resultados, con 22 goles en 109 partidos.

Así llegó a convertirse en el primer ruso en jugar para Real Madrid: hizo dos goles en un amistoso ante Oviedo y jugó 60 minutos en la Copa del Rey en 2012.

Pasó por Sevilla y Villarreal y fue el mejor asistidor del Submarino. Volvió a Real Madrid pero su alineación indebida en la Copa del Rey produjo la eliminación del equipo ante el Granada. Ese día hizo su primer gol oficial por los merengues, pero el resultado quedó nulo. Sus últimos años los pasó en Valencia (3 goles) y Villarreal (4 tantos y donde marcó por primera vez a nivel internacional).

Pero en su formación futbolística también intervino Rusia, ya que el delantero es seleccionado desde la categoría sub 15 y jugó en todas las categorías hasta que debutó en la Adulta en 2012, con 22 años. Pero sus primeros goles llegaron recién el 14 de junio pasado, cuando marcó un doblete en el debut ante Arabia Saudita.

Sumó un tercero contra Egipto y hoy, ante Croacia, fue el primero en hacer gritar a todo un país.

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