Pedro Campos llegó a Everton de Viña del Mar en septiembre de 2021. Pero tuvo que esperar hasta el 19 de abril de este año para estrenarse con la camiseta Oro y Cielo, pues fue operado de una lesión en la rodilla que retrasó su primera aparición en el fútbol chileno, pues se fue desde la Universidad Católica al Necaxa de México sin haber debutado en el plantel profesional.
Esta semana, el Chispa tuvo que enfrentar otro problema médico, que afortunadamente para él salió bien: fue intervenido para extirpar un tumor benigno en la glándula submaxilar, algo que el velocísimo extremo de 22 años descubrió en 2020, según contó su madre a Las Últimas Noticias.
“No podía posponer más este asunto. Notó el porotito cuando estaba en Chipre, pero lo pilló la pandemia y no pudo revisarse. Al año siguiente, cuando jugaba en Israel, tampoco le dieron mucha bola, le dijeron que era un lipoma, un tumorcito de grasa”, le comentó al matutino Marcela Olavarría.
Pero la progenitora del ex Bnei Yehuda de Israel no se quedó con eso, pues manifestó la tranquilidad que siente luego de la operación. “Lo dejó pasar, pero creció bastante y era notorio. Tenía el tamaño de una pelota de pimpón. El doctor dijo que debe tener reposo absoluto por una semana, así que me vine a Concon para ayudar en lo que necesiten”, afirmó Olavarría, quien habló en plural porque incluyó a su hijo mayor, Víctor Campos, quien también es futbolista profesional,juega en San Luis de Quillota y comparte departamento con su hermano.
“Antes de operarse, le dije que tenía que ser responsable con su cuerpo y que si quiere seguir avanzando en el fútbol debe estar sano completamentes. Pedro está tranquilo. Se operó sabiendo qué significa: reposar, volver atrás y perder cierta musculatura. Aquí estamos para apoyarlo”, cerró la orgullosa madre del Chispa Campos, quien lo cuidará mientras dure el descanso.