Luka Modric, a los 32 años, está en la plenitud de su fútbol. El mediocampista y director de la orquesta croata en el Mundial de Rusia viene de dos temporadas fenomenales con el Real Madrid y podría coronarlo con una inédita Copa del Mundo.
En estas condiciones, el Cruyff de los Balcanes se ha convertido en un quebradero de cabeza para cada técnico que quiera anularlo. Fue la obsesión de Luis Enrique al mando del Barcelona, cuando envió a Ivan Rakitic a perseguir a su compatriota en el clásico ante el Madrid. No lo consiguió.
“Una de las tareas más importantes para nuestro equipo es contener a Luka Modric, porque es el líder. Necesitamos atacarlo en orden para mantenerlo bajo permanente presión y ya no es tan joven”, advertía el ex técnico de Rusia Aleksandr Tarkhanov. Tampoco pudieron.
El inglés Jermaine Jenas fue compañero de Lukita en Tottenham, y daba su receta antes de la semifinal que ganaron los croatas. “No he visto jugadores tan inspirados como Luka, y he visto pocos tan talentosos como él”.
Modric es rápido e impredecible. “Se ubica detrás de los zagueros. Cuando había que marcarlo yo decía, voy y se la quito. Pero recibe el balón, tú crees que está cerca, pero ya se alejó. Lo he visto hacerlo una y otra vez en el Mundial”, dijo el ex mundialista en 2006.
El gran problema es para el que lo mira en menos. “Es más rápido y más fuerte de lo que piensa la mayoría de la gente. Para medir 1,72 mt, tiene los gemelos más grandes que he visto en mi vida”, reconoce Jenas.
Ya sabemos que Inglaterra no pudo con él. Y eso que Gareth Southgate mandó al tractor del Liverpool, Johan Henderson, a que lo persiguiera. El muchacho de 28 años se esmeró hasta el minuto 109, cuando fue reemplazado. Luego vino el gol de Croacia y Modric seguía en pie.