Cobreloa no la pasa muy bien desde el punto de vista institucional. El directorio tiene en mente remover al presidente del club, Fernando Ramírez, después del escándalo entre él y David Escalante, que provocó la intervención del Sifup y varias declaraciones cruzadas de ambos involucrados.

Nuestro Paulo Flores tomó el teléfono y se puso en contacto con un referente histórico de los Zorros del Desierto. Un capitán inolvidable, bastión de la defensa loína. Las referencias son para Mario Soto, quien jugó en el cuadro naranja desde 1978 hasta 1985 y celebró tres títulos de primera división, además de haber sido finalista de la Copa Libertadores.

“Hay cosas que no pueden pasar. Siempre es responsabilidad deldirigente. Culpabilidad no sé si habrá, aunque cada uno debe tomar su posición. Alguien dijo que los futbolistas no pueden estar llevando jugadores a los clubes y después molestarse”, dijo el ex marcador central de Palmeiras de Brasil y la selección chilena.

Mario Soto en acción por Cobreloa ante Flamengo en la final de la Copa Libertadores.

Soto añadió que “yo le puedo pedir a un dirigente cualquier título que se le ponga y está en derecho de decir que no. Ahora, si yo me pongo en el caso de Chiquito Escalante, debe tener sus razones. Pero el club se maneja de esa manera: dirigente, entrenador, jugadores. Y encima de todo eso están los socios”.

Mario Soto: “Molesta la situación, pero que salga el presidente no es bueno”

Mario Soto no se quedó con eso. El otrora defensor, quien también vistió la camiseta de Unión Española, profundizó en sus sensaciones. “Más que vergüenza, da molestia. La vergüenza se pasa. Esto es un absurdo. Ahora, debido a ese problema que se suscitó, que salga el presidente no es bueno”, lanzó el otrora zaguero, quien hoy tiene 72 años.

“Por ningún lado es bueno. A lo mejor tiene responsabilidad, ¿pero cambiarlo? Tú sabes que yo siempre fui discutidor con los dirigentes, pero nunca salí de mi posición de pelear por uno y los compañeros. Eso en Cobreloa fue un ejemplo, siendo siempre un equipo muy unido”, recordó Soto.

¿Hubo más palabras? Sí. “Es penoso. Pero no me gusta usar la pena. Acá hay responsabilidad, posiblemente del jugador, del entrenador, de un dirigente y de los medios decomunicación, que siempre he considerado que son los que tienen que controlar esto desde el frente, son los llamados a decir las cosas como corresponden”, cerró el indeleble jugador loíno.