Un nuevo escándalo sacude el deporte en Estados Unidos, esta vez en el biatlón, donde entrenadores y directivos han sido señalados por abuso por parte de varias atletas.
Estas denuncias, que abarcan un largo período de tiempo, expusieron lo que para ellas es un problema sistémico dentro del deporte.
Denuncias masivas y patrones de abuso
Más de 50 atletas han contado testimonios que detallan abusos físicos, psicológicos y sexuales dentro de la comunidad del biatlón.
Entre ellas se encuentran figuras destacadas como la dos veces olímpica Joan Wilder, de 58 años. “Mi seguridad en el equipo era claramente secundaria frente a una estructura de poder verticalista centrada en la imagen, las medallas y el marketing”, dijo a la agencia Associated Press.
Wilder afirmó que su entrenador se libró de intentar agredirla sexualmente en 1990, pese a sus denuncias.
Otro testimonio clave proviene de Grace Boutot, medalla de plata en el Campeonato del Mundo Juvenil de 2009, quien aseguró que sus denuncias comenzaron cuando tenían 15 años y tampoco fueron atendidas, lo que finalmente la llevó a un intento de suicidio.
“Los dirigentes del biatlón estadounidense siempre parecen optar por apoyar a los depredadores en lugar de a la persona que ha sufrido los abusos”, sentenció Boutot.
Las mujeres comenzaron a presentar sus denuncias después de que se informara que la olímpica Joanne Reid sufrió abusos sexuales y acoso durante años, según conclusiones del U.S. Center for SafeSport, un grupo de vigilancia creado para investigar las acusaciones de abusos sexuales en los deportes olímpicos tras el escándalo de Larry Nassar.
Respuesta de la Federación de Biatlón
La Federación de Biatlón de Estados Unidos emitió un comunicado en el que asegura que investigará a fondo las denuncias.
“Nos tomamos estas acusaciones con la mayor seriedad y estamos comprometidos con garantizar la seguridad de nuestros atletas“, declaró el presidente del organismo, David Harris.
Piden una cultura de transparencia
El caso del biatlón se suma a una serie de escándalos similares en otras disciplinas deportivas en el país, como la gimnasia y la natación, lo que evidencia un problema profundo que requiere atención inmediata.
Los atletas y las organizaciones de defensa están pidiendo una cultura de transparencia y responsabilidad que proteja a los deportistas y asegure que estas historias no se repitan.