Este lunes ocurrió una situación insólita en el partido entre Villa Española y Progreso por la primera fecha del Torneo de Clausura de Uruguay.
El árbitro Esteban Ostojich dio inicio al segundo tiempo sin percatarse de que uno de los arcos estaba vacío y ni siquiera sus compañeros se dieron cuenta.
El balón se puso en juego y recién a los 7 segundos el referee escuchó el griterío desde el banco y detuvo la acción con un pitazo.
El arquero Rodrigo Formento apareció instantes después corriendo hacia el arco que había dejado vulnerable, debido a una dolencia que sufría.
El entrenador de Progreso, Álvaro Fuerte, señaló tras el partido: “Rodrigo recibió un golpe en el primer tiempo. En el entretiempo le realizaron un vendaje y por eso se demoró en zona de vestuarios. Estaba en duda de seguir, incluso el golero suplente estaba pronto para entrar”.
Mientras Formento explicó: “Me demoro porque me estaban vendando el hombro, todavía no sé la entidad de la lesión, porque mañana me van a hacer estudios; ahora estoy un poco dolorido”.