“Cuando deje de jugar al fútbol voy a recordar siempre ese momento porque fue uno de los mejores”, declaró el Kun Agüero hace unos años.
Y es que el gol que le marcó al Queens Park Rangers en la última fecha de la Premier League 2011-2012 es inolvidable, y no sólo para los hinchas del Manchester City.
Los citizens necesitaban ganar para quedarse con el título, pero hasta el minuto 90’+2 perdían por 2-1 en el Etihad Stadium, mientras su rival directo, el Manchester United, ganaba su partido y comenzaba a celebrar el campeonato.
Pero en ese minuto apareció Edin Dzeko tras un cabezazo de David Silva y puso el 2-2 esperanzador, cuando sólo quedaban segundos para el final.
Nada estaba dicho, porque en el 90’+4 hizo una extraordinaria pared con Balotelli, se pasó a un jugador en el área y remató al palo del arquero para hacer estallar al estadio.
Un gol épico para el 3-2 final que le dio el título al City y al Kun Agüero, a sólo meses de haber arribado al club desde el Atlético de Madrid.
“Fueron dos segundos que pensé un montón de cosas. Pensé patear, la paré, pienso en que me van a hacer penal y luego no y ya me quedó el último momento donde decidí pegarle al arco. La verdad que no me acuerdo mucho de ese momento, solo que estaba tan vuelto loco, que me saqué la camiseta. Me abrazaron, me daban besos, me dijeron te quiero”, recordó Agüero en una entrevista.
“No caía que habíamos ganado la liga. Un hincha me dijo ‘muchas gracias por el gol ese. Los 93.20 fueron los mejores de mi vida. Y hoy recuerdo y digo WOW”, añadió.
Desde ese momento el argentino se comenzó a convertir en ídolo del Manchester City, donde jugó durante diez años y logró 13 títulos, entre ellos cuatro de Premier League. Marcó 257 goles y se alzó como el máximo goleador en la historia del club.