Charles Aránguiz está feliz. Bayer Leverkusen derrotó por 3-0 a Saarbrücken y se metió en la final de la Copa de Alemania, partido que se jugará el 4 de julio en Berlín.
El Príncipe quiere romper una ya larga sequía personal, porque no es campeón desde 2016, cuando celebró con la selección chilena en la Copa América Centenario, tras vencer en la final a Argentina.
Pero a nivel de clubes su racha es aún más larga, porque su última estrella fue en 2015, con el Campeonato Gaúcho que ganó con Inter de Porto Alegre, es decir, va por su primer título desde que llegó a Europa.
Aránguiz no ha tenido la opción de ganar una corona con Bayer Leverkusen, cuadro con el que renovó hasta 2023, y lo podrá hacer cuando se mida en la final de la DFB Pokal ante el ganador del duelo entre Bayern Múnich y Eintracht Frankfurt.
Bayer tiene una racha que parece maldición
Pero no es la única “maldición” que espera romper Charles el 4 de julio en el estadio Olímpico de Berlín, sino que hay otra que tiene más años, y es del equipo de las Aspirinas.
La última vez que Leverkusen salió campeón de un torneo importante fue en la temporada 1992-1993, cuando precisamente se coronó en la Copa de Alemania, tras superar en la final a Hertha Berlín por 1-0.
Luego registra dos finales perdidas en el certamen, en 2002 por 4-2 contra Schalke 04, y en 2009 Werder Bremen le ganó por 1-0.
Pero eso no es todo, porque tiene subcampeonatos en la Bundesliga en 1996-97, 1998-99, 1999-00, 2001-02, 2010-11; y cayó en la final de la Champions League en 2002 ante Real Madrid.
Ahora tienen una nueva chance de romper la mufa y por fin gritar campeón, con un chileno a la cabeza.