Cristiano Ronaldo dio un giro muy drástico en su carrera profesional. Luego de su polémica salida del Manchester United, de donde se fue muy peleado con el director técnico holandés, Erik Ten Hag, el Bicho encontró equipo rápidamente. Firmó un contrato multimillonario y se sumó a Al Nassr, cuadro que marcha como escolta de la primera división de Arabia Saudita.

Por cierto, las primeras palabras del crack portugués de 37 años fueron muy elogiosas con el nuevo equipo, donde coincidirá con el portero colombiano David Ospina y con el volante ofensivo argentino Gonzalo Martínez, el Pity. Pero en algún minuto, CR7 despreció las ligas de Medio Oriente que hoy lo presentan con todas las luces posibles para ser el buque insignia del salto que buscan dar.

Corría el año 2015. Por aquel entonces, el oriundo de Madeira se acercaba con pasos de gigante a ser el goleador histórico del Real Madrid, donde ostenta aquel récord gracias a los 451 goles que marcó en su exitosísima estadía en el Santiago Bernabéu. Había llegado a la Casa Blanca desde el Manchester United, uno de los equipos de más importancia en la Premier League de Inglaterra.

En ese momento, lanzó una declaración que bien podría ser catalogada como un escupo al cielo. “Quiero terminar mi carrera en lo más alto y con dignidad. En un buen club”, respondió cuando le consultaron por la posibilidad de ir a una liga como la de Qatar, la de Emiratos Árabes Unidos o la Major League Soccer de Estados Unidos.

“Eso no quiere decir que ir a Qatar, Dubai o Estados Unidos no sea bueno, pero yo no me veo allí”, comentó el Bicho sobre esa posibilidad. Pero con el paso de los años, dejó el cuadro Merengue e hizo sentir su voracidad goleadora en la Juventus de Italia, donde anotó 21 goles en su primera Serie A, 31en la segunda y 29 en la tercera, antes de regresar a los Diablos Rojos.

Más allá de la mala imagen con la que terminó su segundo ciclo en el United, CR7 marcó 18 goles en la Premier League en la primera campaña, ocho tantos más que su compatriota Bruno Fernandes. Yademás regaló tres asistencias. Pero en el curso presente todo cambió. Aunque, como reconoce Pablo Aimar, miembro del cuerpo técnico de Lionel Scaloni en el campeón mundial Argentina, la vida está llena de contradicciones. Una de ellas llevó al capitán de la selección de Portugal a una competencia que en algún momento descartó de plano.