La cumbre de la Conmebol que se realizó este lunes en Paraguay terminó definir todos los pormenores para la final de la Copa Libertadores, que se disputará en el Estadio Nacional de Chile, que se disputará el sábado 23 de noviembre por primera vez en formato de partido único.

Y con el afán de que el encuentro lo sigan en todo el mundo, el pitazo inicial quedó programado de manera definitiva para las 17:30 horas de Chile, lo que significa que tendrá horario estelar en el continente europeo (4 horas más), trasnoche en Medio Oriente y madrugada en Lejano Oriente.

“Es el momento de proyectar espectáculo y la mejor imagen del fútbol sudamericano al mundo entero”, dijo el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, ante los presidentes y delegados de los cuatro cluebs semifinalistas: River Plate, Boca Juniors, Flamengo y Gremio.

Con esta programación el partido podrá tener una audiencia estimada en 1.500 millones de espectadores repartidos en más de 100 países de todo el mundo.

Recordar que la Copa Libertadores reportará al campeón un premio de 12 millones de dólares, la mitad para el subcampeón y además un ingreso para los finalistas que corresponde al 25 por ciento del total de entradas vendidas para el inédito encuentro en Ñuñoa.