Sydney ganó la A-League de Australia luego de una infartante definición a penales frente al Perth Glory, al que venció 4-1.
La figura exclusiva y excluyente del encuentro fue el arquero Andrew Redmayne, el que con un bailecito parecido a los que aparecen en el juego mundialmente conocido como Fortnite, desconcentró a los rivales e hizo que fallaran en dos ocasiones.
Con este nuevo campeonato Sydney, que apenas fue fundado en 2004, ya completa su cuarto título de liga y seguramente sus hinchas tienen contemplado un monumento para el portero Redmayne.
El guardametas es australiano y tiene 30 años. Ha jugado toda su vida en su país de origen y sólo fue seleccionado nacional cuando tenía 19 años.