La selección chilena femenina terminó con el pie izquierdo la temporada 2022, luego de caer goleadas por tres a cero a manos del País Vasco. El amistoso, que no era clase A, fue una dura prueba paralas dirigidas por José Letelier, que jugaron en su mayoría con caras nuevas y muchas variantes.
Nayadet López Opazo aseguró, después de la caída a manos de la Euskal Selekzioa, que “sabíamos que era un rival difícil, que tienen una buena selección, pero pasaba por nosotras para preparar este repechaje. Por ver nuevas jugadoras y a las niñas que no venían jugando”.
Según la chilena-española, “creo que el resultado fue más abultado de lo que en realidad fue el partido, pero fuimos merecedoras de eso. Obvio hicimos cosas bien y otras mal, hay que ver eso y tratar de mejorarlo”.
De todos modos, y aunque las que militan en el extranjero no podrán preparar el repechaje con sus compañeras, López Opazo está conforme porque “acá no paramos, tenemos ocho días de vacaciones y empieza la liga otra vez. Ese ritmo nos viene bien, estar en competencia y tenemos que estar centradas en el club y pensar en selección”.
“Es importante que en España se hagan este tipo de partidos porque se abren los estadios, la gente se suma y viene a vernos. El País Vasco es capaz de acumular mucha gente, vinieron muchos chilenos y estoy muy feliz por eso. Ojalá haberles regalado un triunfo, pero estamos preparándonos para algo más grande y con eso tenemos que quedarnos. Estoy muy contenta de haber jugado en España y haber jugado otro partido más con la selección”, cerró.
Una vez que pasen las fiestas, las jugadoras de la Roja Femenina comenzarán a trabajar seis de siete días de la semana en microciclos en Quilín. El 3 de enero es la citación para el puntapié inicial de la preparación del repechaje mundialista, que jugarán en febrero ante Senegal o Haití, y los tres amistosos venideros ante Panamá y Argentina.