Al igual que la semana pasada, Colo Colo obtuvo un triunfo agónico en el Monumental. Esta vez fue ante O’Higgins que el Cacique logró sumar de a tres, con cierta adrenalina, pese a haber tenido un penal a favor.

Fue un partido difícil, pero en el que todo obró a favor de Colo Colo. De partida, el penal cobrado fue, por lo menos, algo debatible. Después, vino la expulsión de Camilo Moya, lo que terminó dejando al Cacique con uno más, durante buena parte del complemento.

A eso podríamos sumarle una actuación tibia del meta Peranic en el cuadro del Capo de Provincia. El ex meta de Universidad Católica no tuvo una buena tarde y tuvo mucha responsabilidad en el gol de la victoria del cuadro local.

Se puede analizar desde distintos encuadres el triunfo de Colo Colo. Pero, si hay algo que se debe resaltar, esa es la actuación de Lucas Cepeda, jugador que se ha convertido en un amuleto para Jorge Almirón.

Celebración binocular

Lucas Cepeda partió rodeando el semicírculo del área grande de O’Higgins y apilando defensas. Nadie pudo meterle la pierna y, se escabulló, metiendo un remate que se fue dando botes antes de meterse en las redes.

La algarabía se desató en el Estadio Monumental. El jugador venido desde Santiago Wanderers volvía a darle alivio a un cuadro albo que domina, pero muchas veces tiene problemas para convertir.

En seguida, Cepeda miró a Océano y Rapanui e hizo una mímica, como de tener unos binoculares en sus manos, mirando el horizonte. La alegría general hizo que pocos se preguntaran a qué se debía, pero, con más tiempo, acá está desvelado el misterio.

Fue un guiño para su hermano menor y eso se supo a través de una historia subida por el propio jugador, en la que se ve el pequeño Cepeda haciendo un gesto análogo al realizado por el futbolista de Colo Colo.