El Campeonato Nacional 2024 terminó con Colo Colo campeón, merecidamente en la cancha, pero con un olor raro por la polémica protagonizada por Jorge Almirón, y su cuerpo técnico, de la mano con una denuncia de Universidad de Chile en el Tribunal de Penalidades de la ANFP.

La directiva del Chuncho, segundo en la tabla por dos unidades, quería quitarle los puntos por secretaría al Cacique argumentando que el DT de Colo Colo impartió instrucciones contra Huachipato, esto pese a estar suspendido. Las imágenes dejan poco espacio a la duda, pero Azul Azul no logró presentar pruebas contundentes.

Este viernes el tema toma nuevos aires, con la columna de opinión de Ángel Botto, ex presidente del Tribunal de Disciplina de la ANFP, y publicada por Ciper. El abogado deja botando que efectivamente Almirón y Colo Colo hicieron trampa, por ende los azules estaban en derecho de presentar la denuncia.

Eso sí, para Botto el problema va más allá, al considerar que es la estructura del propio reglamento del fútbol chileno el que está mal, y lo explica.

“Tenía razón Universidad de Chile, más allá de lo ético”

“Este año en el fútbol chileno los casos paradigmáticos fueron aquellos que derivaron en la desafiliación de un club de ascenso (Barnechea FC) y en la polémica y discutida situación que se generó entre los dos clubes de mayor convocatoria en el país (Colo Colo y Universidad de Chile). De este modo, para zanjar un asunto que siempre debió tener solución en la cancha, que es donde se expresa la supuesta superioridad de una sobre el otro, el tema derivó como tantas veces al ámbito jurisdiccional”, dice la columna.

Agrega que “tenía razón el denunciante para buscar esta salida, en el propósito de mejorar una posición estrictamente deportiva que según “el reglamento” les permitiría obtener puntos que no se habían ganado en la cancha. Sí, podía buscar esa alternativa más allá de otro tipo de valorizaciones éticas respecto de tal conducta”.

Jorge Almirón en la caseta: Botto cree que el DT de Colo Colo hizo trampa al reglamento, amparado en los vacíos que deja el mismo reglamento.

Botto complementa sobre Colo Colo que “había hecho trampa a la ley el denunciado y la opinión mayoritaria de la afición y de los medios especializados también pareciera avalar este aserto. Sin embargo, una vez más “la regla” no fue suficiente y clara para que el órgano jurisdiccional pudiese haber hecho una decisión categórica, amparada sin duda alguna en la correcta interpretación de la misma”.

“La evidencia de la conducta del infractor en cuanto a haber realizado el ilícito, se estrelló contra la exegética interpretación del texto. Más aún, la prueba de dicha conducta ilícita se tornó en casi un imposible pese a la claridad de la evidencia”, añadió.

Hay que reestructurar el reglamento

La columna sostiene que “a mi juicio el Tribunal de Disciplina requiere una urgente reestructuración en su forma y contenidos. Sume a lo anterior una legislación con muchas imperfecciones técnicas, las que permiten por vía de interpretaciones inadecuadas inclinarla en uno u otro sentido. Agregue que a mi juicio la forma de generar la composición de los integrantes del Tribunal no da garantías ni de imparcialidad ni menos de conocimientos adecuados en las materias que deben conocer”.

“Pienso que no hay nadie que crea realmente en la inocencia del club denunciado ni en sus actores. Solo una mala norma, ya discutida muchas veces pero no rectificada a tiempo, permitió que a lo menos la ley no se cumpliera. Podrán haber muchas consideraciones en cuanto a otra forma de ver el asunto en cuestión. Que los puntos se ganan o pierden en cancha u otras propias del folclore futbolístico. Yo solo tengo la convicción de que no se puede prescindir de reglas claras y precisas que encuadren a la actividad dentro de parámetros del buen comportamiento y apego al principio del buen deber hacer”, sentencia Botto.

En resumen, el ex presidente del tribunal de la ANFP cree que Colo Colo y Almirón sí se saltaron el fair-play, pero el mismo reglamento deja flancos abiertos para una posible trampa y la nula capacidad para llegar a una sanción.

Como se dice en términos legales, el reglamento del fútbol chileno contiene al menos una “ley muerta”, es decir artículos imposibles de fiscalizar y menos de comprobar para generar la sanción estipulada en su texto. La columna completa titulada “¿Se hace justicia en nuestro fútbol profesional?” se puede leer en extenso en el sitio de Ciper Chile.