En el minuto 65 del Superclásico entre Colo Colo y Universidad de Chile, Pablo Mouche habilitó a Esteban Paredes y éste marcó su gol número 216 en Campeonatos de Primera División para transformarse en exclusiva en el máximo goleador de los mismos en la historia del fútbol chileno.
Tras celebrar con sus compañeros, Visogol corrió a un rincón y ahí estaban Esteban Paredes Lastra y Vicente Paredes, sus hijos que juegan en las divisiones inferiores del Cacique y que oficiaban de pasapelotas.
Pero, ¿cómo se dio esto? “Fue idea mía, hablé con Lucho Muñoz (coordinador) para que fueran pasapelotas en este partido que era importante, tenía la convicción de marcar, por eso le dije a Lucho y me dijo que sí. Los inscribió y mi hijo llegó un poco tarde porque andaba jugando, pero ya después la alegría fue linda y única. Esa imagen queda para el recuerdo”, comentó el ídolo albo en diálogo con Colo Colo TV.
Sobre el momento, pasado el tiempo ya dijo que “he visto muchas veces el gol. Uno lo ve y le tengo que agradecer a mis compañeros, a Pablo (Mouche) que me vio solo y me la cedió. Es algo muy emotivo. Lo puedo ver mil veces y no me voy a aburrir. Por todo lo que se vivió y generó, por toda la incertidumbre, por el gol, por la celebración, por ganar a última hora. La gente se quedó toda después del triunfo y me siento muy orgulloso de la gente que me quiere y me admira, yo también trato de retribuirle con una foto o un video, que para mi eso me hace muy feliz”.
También repasó cómo llegó a este récord. “Se han dado muchas coincidencias en mi carrera. Si tu miras y retrocedemos en el tiempo, el primer gol se lo hago a Universidad de Chile y después hay muchos hitos. El 150 también se lo hago a la U y el gol histórico también se lo hago a U. Hay un sinfín de coincidencias en mi carrera que son cosas que se unen, me parece que hace 10 años falleció el gran Chamaco Valdés y yo recién llegaba a Colo Colo y es por eso fue como si estuviese escrito”, manifestó.
De cómo se ha dado su carrera, Paredes comentó que el paso de La Pintana a Macul lo marcó. “Cuando uno conoce las dos realidades es fuerte, porque yo venía de un equipo humilde, donde pasé muchas cosas, buenas y malas y no tengo nada que reprochar porque son los que me daban alimento día a día. Después llego a otra realidad como Colo Colo que tiene de todo. Me sorprendí porque no era lo mismo que vivía en el Chago, era otro camarín y el primer día que llegué me sorprendió todo. De ahí dije ‘llegué acá y dije me tengo que quedar’”, rememoró.
“Mi vida era demasiado tranquila. No echo de menos eso, hay tiempo para todo, la gente es feliz con una foto o un video y hay que hacerlo. No echo de menos la tranquilidad. Antes no había nada de fotos, del entrenamiento a la casa y listo”, abundó.
Sobre la clave para mantenerse bien a lo 39 años, dijo que “uno tiene que entrenar todos los días, esa es la clave. Alimentarse bien. Dios me entregó un privilegio de tener rodillas sanas. Eso te quita tiempo en el fútbol”.
Finalmente, dijo de llegar a la marca de 208 goles con Colo Colo (tiene 194) que “eso lo dirá el tiempo, si sigo jugando o no. Para mi es un orgullo es estar donde hay ídolos del club, estar cerca de ellos. Independiente si pasa o no pasa, tengo el privilegio de conocer a Carlos Humberto (Caszely) y eso es impagable”.
Foto: Guille Salazar