Coca Mendoza: "Algunos le querían pegar a Mirko Jozic, nos hacía entrenar tres veces al día"

El pasado 8 de abril el histórico ex DT de Colo Colo, Mirko Jozic cumplió 80 años. En el programa de RedGol, El que calla, Astorga, Gabriel Mendoza recordó la férrea disciplina del yugoslavo en su llegada al Cacique y el proceso que terminó con la única Copa Libertadores hasta el momento en vitrinas chilenas.

“Cuando Mirko llega el 91 era europeo total, estaba adelantado a la época e hizo un cambio de sistema de juego, de formas de jugar, de sistemas de entrenamiento que en esa época nosotros no las habíamos visto”, dijo el Coca.

Agregó que “después de hacer el test de Cooper en la pretemporada corríamos 10, 20 kilómetros y terminábamos cansadísimos. Entrenábamos tres veces al día, impensado en los 90. En la mañana hacíamos trotes, 10 repeticiones de 30 metros, 8 de 50, increíble. Al final subíamos un cerrito para ver quién era el más potente, fuerte y resistente”.

Siguió complementando: “al medio día pesas, almorzábamos, había un descanso y terminábamos con fútbol en la tarde. Hizo cambios de posiciones a jugadores. El resultado estuvo a la vista, campeones de la Libertadores, y sólo con dos incorporaciones: el Pato Yáñez y yo, el Chico Luis Pérez jugó el último partido y quedó en la historia con esos dos golazos. Tiene que prenderle velitas a Mirko”.

Por otro lado consideró el gran cambio que tuvo Jozic desde Colo Colo y su posterior paso a la selección chilena, recordando que incluso en el Cacique algunos querían limar asperezas a golpes.

“En la selección al siguiente año se hizo más chileno y se preocupaba más del jugador, en su primera etapa le importaba sólo el rendimiento. Algunos le querían pegar: Ricardo Dabrowski, Raúl Ormeño, Lizardo Garrido. Decían ‘este croata de mierda, qué se cree’. Nos mandaba a entrenar y cuando llegábamos reventados al camarín estaba leyendo el diario o tomándose un café”, contó.

Sentencia que “no te felicitaba por lo bueno, el 91 si jugabas el mejor partido llegabas el camarín… Un día Rubén Martínez hizo tres goles y Mirko lo retó: ‘¿por qué estás riendo y contento si te perdiste dos goles. En vez del taco tenías que ponerle borde interno’. Lo reventó porque no había hecho dos goles más”.