El ex jugador de Palestino y Colo Colo, Jason Silva, lleva meses con medida cautelar y debe cumplir arresto domiciliario total con la justicia en investigación de supuestos vínculos y nexos con una banda delictual especializada en portonazos y encerronas.

En entrevista con El Mercurio, el mediocampista de 28 años y que actualmente se encuentra sin club, rompió su silencio criticando la resolución del 13° Juzgado de Garantías de Santiago, salpicando de rebote a Johnny Herrera y Rodrigo Holgado.

“Johnny Herrera mató a una persona, iba con alcohol, y ahora está de lo mejor jugando. Lo mismo que el de Audax (Rodrigo Holgado), que estuvo involucrado en la muerte de una persona y lo más bien que está jugando. Y yo, que no he matado ni robado a nadie, que no le he robado a nadie, me tienen encerrado”, dijo Silva.

Por otro lado recordó el polémico incidente en el superclásico entre Colo Colo y Universidad de Chile, en el que terminó detenido por la Ley de Violencia en los Estadios tras patear una bandera de los azules. El hecho a la poste significó su salida del Cacique.

“Desde ese minuto quedé como flaite. Quedé como delincuente. Una vez Marcelo Díaz hizo un Pato Yáñez a la barra de Colo Colo y no es flaite. Yo sí soy flaite porque soy de población, pero él no”, expuso.

“Que me digan Flaite no me molesta, me molesta cuando me comparan con Lucho Pato (Núñez) o (Francisco) Huaiquipán. Ellos han estado metidos en cosas de muertes, traficantes, hijos que mataron alguien”, añadió.

Además se refirió a otros incidentes: se justificó por ser sorprendido manejando con una licencia falsa en Puente Alto y al mes siguiente fue detenido conduciendo en estado de ebriedad.

“¿Cuánta gente en Chile saca la licencia movida? Y no sólo gente de población. Yo creo que la mayoría hace eso. Además la saqué porque sabía manejar autos mecánicos y el mío era automático”, argumenta.

Sentencia que “estaba asustado porque soy persona pública. El carabinero me dijo si tenía camiseta para arreglarnos, pero yo no tenía. Pensé para mejor, pero fue peor: le ofrecí plata”.