Diego Armando Maradona murió este miércoles, llevándose consigo una enorme parte de la historia del fútbol Argentino y mundial. El histórico 10 trasandino dejó de existir a los 60 años en su residencia privada.
Seis ambulancias arribaron al hogar de Maradona para intentar salvarlo, pero nada pudieron hacer contra el paro cardiorrespiratorio y el ídolo de multitudes falleció causando conmoción en el mundo entero.
Leonardo Burgueño, periodista y entrenador argentino, radicado hace décadas en Chile, compartió un conmovedor mensaje en sus redes sociales, a pocas horas de conocerse la trágica noticia del fallecimiento del Diego.
“Lloré. Se me escaparon las lágrimas y aparecí arrodillado frente a la tele en la vieja cocina de mi casa en Pergamino. De fondo se escuchaba el relato de Víctor Hugo Morales y el legendario “barrilete cósmico”.Me abracé con mi viejo que me fue a recoger del piso y con mi vieja que celebraba.Tenía 15 años. Pero lo recuerdo como si fuera hoy. Y fue el primer recuerdo que se me vino a la mente cuando escuché la puñalada de la noticia”, publicó el comentarista de CDF.
El destacado analista de fútbol agregó: “Diego remueve todos los recuerdos de la infancia y la adolescencia. Diego fue, que difícil escribirlo en pasado sin que tiemblen las manos, mucho más que un futbolista. Diego era todo lo que queríamos ser. Cuando Diego entraba a la cancha era como cuando te tomabas de la mano de tu viejo y sabías que nada te iba a pasar”.
Burgueño, otrora periodista de destacados medios como El Gráfico, Goal y Radio Cooperativa, compartió además un doloroso recuerdo personal para graficar su pesar tras la muerte de Maradona.
“Nadie creía que este día iba a llegar. Pero llegó. Y tenía que ser en este maldito 2020. No podía ser en otro año.Ya no está mi viejo para consolarme esta pena. El también se fue”, contó el comunicador.
El actual comentarista de CDF cerró su conmovedor mensaje agregando que:”ahora estoy triste. Quizás no llore como aquella vez en 1986. Pero allá está un tipo que ahora se juntó con El Barba, como lo llamaba Diego. Seguramente, Dios le dio la mano y le dijo: “Por fin conozco a mi homónimo”. Gracias por todo Diego”.
Diego Armando Maradonay su magia quedarán por siempre en el recuerdo de los futboleros del mundo, llevándose consigo gran parte de lo que todos conocemos como “fútbol”.