Alexis Sánchez es uno de los mejores futbolistas de toda la historia del fútbol chileno y, quizás, el más importante de nuestro balompié. El tocopillano es el jugador con más goles y más partidos con la camiseta de la selección chilena, y marcó el gol más importante de nuestra historia como país: ante Argentina en la tanda de penales de la final de la Copa América de 2015, nuestra primera estrella.

Pero no tan solo sus logros en la Roja lo convierten en uno de los mejores, Alexis ha deslumbrado con su talento en gigantes del Viejo Continente y ha puesto el nombre de Chile en la órbita del fútbol mundial. Cobreloa, Colo Colo, River Plate, Udinese, Barcelona, Arsenal, Manchester United e Inter de Milán han sido los ocho clubes en los que ha destacado el Niño Maravilla.

Pero antes de ser una súper estrella del fútbol mundial, Alexis tuvo que enfrentar una realidad que acompleja a muchas familias del país: la pobreza y el trabajo infantil.

El pequeño Alexis Sánchez

 

Alexis Alejandro Sánchez nació el 19 de diciembre de 1988 en Tocopilla, ciudad reconocida por su tradición minera situada al norte de Chile. Su padre, Guillermo Soto, le abandonó cuando sólo era un niño debido a que no poseía un trabajo para mantener a la familia. Fue su madre, Martina Sánchez, quien se hizo cargo de Alexis y sus tres hermanos.

Su mamá tuvo que ponerle el hombro a la situación para poder llevar el sustento al hogar y trabajaba como vendedora de flores, limpiadora de pescado o vendedora de marisco. A pesar de que hizo todo lo que pudo, el tío paterno de Alexis Sánchez fue finalmente la persona que se hizo cargo de su cuidado, tomándolo como su hijo adoptivo.

El pequeño Alexis junto a su madre

El joven Alexis también aportaba con lo suyo y comenzó su carrera profesional trabajando como limpiador de autos en un cementerio de Tocopilla, mientras que al mismo tiempo jugaba al fútbol en campos de tierra, para practicar sus habilidades con el balón con el fin de dar un futuro mejor a su familia.

Uno de los recuerdos más desgarradores de la infancia de Alexis, fue cuando admitió que no le gustaba ver a su madre trabajar: "Cuando era pequeño mi madre trabajaba y no me gustaba eso. Yo estudiaba en la Escuela N°10 de Tocopilla y cuando yo veía a mi mamá haciendo aseo en la escuela, yo me escondía para no verla trabajar. No me gustaba", aseguró a HBO previo al Mundial de 2014.

Sin embargo, pese a todas las dificultades que se le presentaron en la infancia, Alexis nunca perdió su norte. Su tío lo llevó hasta Rancagua para que juegue en la escuela de fútbol de la Universidad Católica (1999) y, a pesar de que competía con chicos mayores a él, Alexis destacaba por encima del resto.

Alexis Sánchez en la escuela de la UC (1999)

Fue así como en 2005, Alexis llegó a Cobreloa para dar sus primeros pasos en el profesionalismo. El plantel de ese cuadro loíno mostraba rostros curtidos y habituados al rigor de la refriega internacional. Venían de ganar el Clausura 2004, antes se llevaron el Apertura y el Clausura 2003 con Nelson Acosta y Luis Garisto, respectivamente.

Sánchez hizo su debut profesional el 12 de febrero de 2005, cuando reemplazó a los 71 minutos a Daniel Pérez, en el triunfo de Cobreloa sobre Deportes Temuco por 5-4, en la quinta fecha del Torneo de Apertura de 2005. El resto ya todos lo conocemos.

El joven Alexis jugando por Cobreloa

Al cumplir los 17 años, Alexis fue fichado por el Unidese de Italia a cambio de 3 millones de dólares. No obstante, el club europeo lo dejó cedido en Colo-Colo, donde el Niño Maravilla consiguió los pimeros títulos de su carrera: el Clausura 2006 y Apertura 2007.

En la Roja adulta, su debut oficial fue el 27 de abril de 2006 frente a Nueva Zelanda, reemplazando a los 58 minutos a Juan Gonzalo Lorca en la victoria por 1-0. Desde aquel partido hasta ahora, Alexis se ha transformado en el jugador más importante en la historia de la selección chilena. Nadie ha jugado más partidos que él (132), nadie ha marcado más goles que él (43), y anotó el tanto más importante de la historia de Chile, ante Argentina en la tanda de penales de la Copa América de 2015.

Penal de Alexis Sánchez ante Argentina (4 de julio, 2015)

Pero esos no son sus únicos logros en la Roja, también tuvo el privilegio de conocer y jugar junto a su máximo ídolo en el fútbol: Marcelo Salas. El Tocopillano es hincha de Universidad de Chile y pese a que siempre trató de mantenerlo en secreto, hubo un momento en que deslizó el color de su corazón: el día cuando utilizó zapatos de fútbol azules.

Pero el rumor de su inclinación por el cuadro laico terminó de comprobarse la noche que Chile derrotó a Bolivia por 4 a 0 en las eliminatorias para Sudáfrica. Sánchez convirtió un golazo, luego de un notable pase de Jorge Valdivia, y celebró poniendo la rodilla derecha en el piso y la mano izquierda levantada con el índice hacia el cielo. No había que ir a Harvard para darse cuenta.

Sánchez homenajeaba al Matador, al símbolo de Universidad de Chile. El humilde niño de Tocopilla, que creció viendo las hazañas del delantero, empezaba a disfrutar de su estatus de crack sin olvidar que cuando recién irrumpía, Marcelo Salas, en su estilo, también lo acogió. La explicación del zurdo es simple: “Alexis se hace querer, imposible que te caiga mal”.

El Matador junto al Niño Maravilla jugando por la Roja

Sin duda, Alexis Sánchez es un ganador en la vida. No solo por convertirse en un excelente futbolista, sino que por conseguirlo pese a todas las adversidades que se le presentó en la vida, sobre todo en su infancia. El Niño Maravilla es el fiel reflejo de que se puede llegar al éxito en la vida saliendo de la pobreza extrema.