Un Lugar Llamado Dignidad es el nuevo estreno de cine chileno que llega a la cartelera para sellar la oferta cinematográfica de marzo. Esta propuesta examina el enclave alemán liderado por Paul Schaffer en el sur de Chile, Colonia Dignidad, desde la perspectiva de un niño. Amalia Kassai, actriz que interpreta a Gisella, una de las enfermeras del enclave alemán en la película, conversó con RedGol sobre el rol de la mujer en el asentamiento de colonos, algo que usualmente no se visibiliza.
La película de Matías Rojas sigue a Pablo (Salvador Insunza), un niño de 12 años que recibe una beca para asistir a una escuela aislada fundada por inmigrantes alemanes en Chile, llamada Colonia Dignidad. Rápidamente se convierte en el favorito a los ojos del líder del lugar, el Tío Paul.
Con el paso del tiempo, Pablo es testigo de abusos, personas desaparecidas y criaturas demoníacas utilizadas para asustar a los niños. Sin embargo, bajo la superficie de este mundo, se está gestando una revolución que podría ser su escapatoria.
Un Lugar Llamado Dignidad: ¿Cómo se definen las relaciones de poder y opresión que refleja Gisella?
Amalia Kassai resalta que “mi personaje es una enfermera y las enfermeras dentro de la colonia tenían una jerarquía mayor a, por ejemplo, una trabajadora del campo. Tenían acceso a más información, a gente que viniera desde afuera”.
“Sin embargo, dentro de este mundo, las mujeres siempre eran inferiores. Más inferiores que hombres y que niños, incluso; eran las que estaban en el último eslabón de la cadena“, sostiene la actriz.
Por eso, “Gisella tiene un viaje de despertar que vemos durante la película, a pesar de todas las condiciones a las que estaban sometidas la gente que vivió en la colonia. Dopados, aterrados por los castigos, muchas de las mujeres además fueron esterilizadas, tampoco podían tener hijos por la cantidad de medicamentos que habían recibido. Hubo un montón de abusos sistemáticos hacia la mujer“.
Un Lugar Llamado Dignidad: ¿Cómo se retrata el rol de la mujer a través de esta película?
Para Kassai, “Gisella es tanto víctima como victimaria. Se desenvuelve en el sistema que ella habita de acuerdo a las reglas que ese sistema tiene. Es un sistema violento, opresor, jerárquico, fascista, además misógeno”.
“Es algo que no se ha hablado sobre la Colonia Dignidad: cómo habitaban las mujeres dentro de la Colonia Dignidad. Hace poco hicieron una obra de teatro sobre eso, pero en general no es un tema que se aborde mucho. Más se aborda la pedofilia, las torturas; pero sobre las mujeres en la colonia hay poco material”, lamentó la actriz.
Amalia explica que su personaje, “como habita en este espacio, entiende las reglas y las reproduce, porque sino sufriría ella los castigos. Tiene que ser victimaria, sino otra persona lo sería [con ella]. Y la vemos también siendo víctima de situaciones específicas”.
“La vemos dentro de sus luces y oscuridad. Entendemos a través de ella cómo es el sistema, pero también la necesidad de sobrevivir a este. Lo bueno o lo puro es su deseo de ser madre, que igual es abyecto, porque vas a traer a un ser humano a este espacio que es totalmente no idóneo. Pero igualmente tiene ese deseo, esa pulsión”.
“Todo lo que nace a partir de eso, hace que ella despierte. Eso, llevado de la mano de la adopción fraudulenta del personaje principal, [gracias a lo que] entiende, a través de sus ojos cosas que antes no entendía”, advirtió también Kassai.
Un Lugar Llamado Dignidad estará en los cines chilenos desde este 31 de marzo.