Katherine Salosny es una de las pocas figuras que habla abiertamente sobre su postura de no tener hijos. Ese fue uno de los temas que abordó al conversar con Angélica Castro en el programa de Instagram “Velvet al Desayuno”.

La sinceridad tiñó gran parte de la conversación y cuando llegó el momento de preguntarle por su legado, Salosny confirmó que no quería tener hijos explicando que “cuando tienes historias tan traumáticas y duras, hay que buscar un camino de reparación, antes de pensar en proyectos de hijos”.

“Fue la mejor decisión que pude haber tomado. Empecé un proceso psicoanalítico, tuve crisis de pánico, todas esas fueron señales”, recalcó.

Katherine Salosny está establecida en su casa de Tunquén, donde comparte con sus perritos.

Katherine Salosny está establecida en su casa de Tunquén, donde comparte con sus perritos.

Igualmente, el tema no tuvo un proceso fácil. Fue algo que trabajó en terapia y por largo tiempo, el asunto es que“no estaba en condiciones de formar familia”.

“Fue pasando el tiempo, hice una terapia como de 18 años y en una sesión me dijeron: ‘tú no te haces cargo de que no quieres tener hijos’ y me puse a llorar, fue súper potente. Tuve que hacer un duelo al hacerme cargo de eso. Mi camino ha sido súper en solitario, soy una mujer súper independiente”, reveló.

Por otro lado, Salosny contó la dura realidad de su salida de la televisión, mientras se encuentra cesante y viviendo de sus ahorros, después de que la sacaron de “Échale la Culpa a la Noche”.

“Uno ha sufrido esa discriminación por tener la edad que tiene, porque te empiezan a salir las arrugas, no es fácil. Pero yo tengo un público duro y estuve hasta hace poco en la televisión a esta edad, pero es la industria que quiere rejuvenecer la pantalla”, explicó.

Para luego profundizar sobre el asunto y revelar el sorprendente argumento que le echaron encima para dejarla fuera de pantalla: “me lo dijeron en la cara: ‘Kathy, no vas a seguir acá porque queremos rejuvenecer la pantalla’, para mí fue súper violento.Una vez me dijeron que me tenía que poner pechugas. No así con los hombres, hay un nivel de exigencia muy brutal”.