A pocos días que se confirmó la acusación en su contra, el ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, reapareció este martes en un tallerque organizó la Fundación Jaime Guzmán donde se refirió a sumanejo de la pandemia y al largo estado de excepción en el país.
En la actividad que se organizó vía Zoom, Mañalich defendió las medidas que tomó desde enero para controlar la expansión del virus en los chilenos y apuntó a que las críticas que recibió se dieron en un contexto de crisis social.
“Teníamos que lograr que el brote de esta enfermedad no hiciera colapsar la capacidad hospitalaria. Aplanar la curva de los casos, demorarla en el tiempo y hacer crecer la capacidad de hospitalizar y tratar a los enfermos, cosa que en realidad todo el mundo reconoce que en Chile se hizo extraordinariamente bien y que no ocurrió lo que pasó en Italia, España, donde hubo este dilema de la última cama”, sostuvo, según consignó La Tercera.
“Chile se enfrentaba en ese momento a una situación compleja, que cualquier cosa que nosotros hiciéramos significaba una violación de derechos constitucionales de las personas”, dijo.
Respecto a qué habría hecho él de manera distinta a la gestión de su par Enrique Paris, indicó que se deberían cerrar las fronteras de manera más radical.
“Cualquiera es general después de la batalla(…). La única cosa que pudimos haber hecho más radical es haber cerrado absolutamente las fronteras. No llega nadie a Chile durante el próximo mes (…). Pero el conflicto que esa medida, cuando la insinuamos, generó fue de tal magnitud que en realidad era muy difícil”, afirmó.
Asimismo, aseguró que las clases presenciales deben retomarse en las zonas donde el virus esté controlado, ya que, según dijo,la pérdida para los alumnos en materia académica será irreparable, en especial paralos más vulnerables.
“Los niños que no tengan clases durante este periodo probablemente van a perder el año escolar completo, no es gratuito.Para los más vulnerables produce un daño enorme”, manifestó.
“Dictadura sanitaria”
Una de las grandes críticas que tuvo que escuchar el ex jefe del Minsal, fue lalentitud a la hora de imponer medidas de confinamiento estrictasy la decisión de establecer cuarentenas dinámicas. Pese a ello, Mañalich sigue defendiendo su plan y lamentó que actualmente nuestro país viva en una “dictadura sanitaria”.
“Estoy convencido de que las cuarentenas prolongadas en lugares vulnerables, vale decir donde hay hacinamiento, donde la familia vive de lo que alguien, miembro de la familia, aporta todos los días, porque va a mendigar, vender cosa al por menor, o lo que fuere,la cuarentena es imposible. Es una utopía completa. Al final la disyuntiva es: o me muero de hambre, como está pasando en muchas partes del mundo, o me arriesgo a enfermarme”, aseguró.
“Las medidas que puede tomar un Gobierno en medio de un pánico producido o aumentado incluso por una enfermedad son realmente inverosímiles. Piensen ustedes: octubre 18 y hoy día, estamos con toque de queda. Estamos en la segunda renovación de un Estado de Excepción, idéntico al Estado de Sitio. Sin pronunciamiento del Parlamento sobre el tema, con acuerdo ciudadano, con posibilidad que te pidan documentos, tomen preso, pasen multas.Nosotros hoy día en Chile estamos viviendo en una dictadura sanitaria”, sentenció.