El Poder Judicial decretó arresto domiciliaro total para el Carabinero que asesinó al malabarista Francisco Martínez en Panguipulli, luego que la Fiscalía se querellara por homicidio simple contra el imputado.
La audiencia de formalización concluyó que el Sargento Segundo actuó en legítima defensa, debido a que los elementos utilizados como arma, mantienen la calidad de peligrosidad, pese a haber sido modificados (sin filo ni punta) para su uso en malabares.
De esta forma, se deniega la prisión preventiva para el Carabinero acusado, argumentando agresión ilegítima del afectado, además de una agresión pese a la falta de provocación del imputado y, una irreprochable conducta a anterior del acusado.
Como parte de las pruebas el fiscal jefe de Los Ríos, Agustín Meléndez indicó que el funcionario policial ejecutó seis disparos, “tal disparo (el último) excede la necesidad racional del medio empleado por el imputado para impedir o repeler la referida agresión”, esto luego que el joven fuese reducido tras los anteriores.
Según la pericia recopilada por Meléndez, el sexto y fatal tiro, le llegó al malabarista en la zona torácica y que esto “le causa la muerte de forma instantánea”.
Elisabeth Matthei, abogada penalista del Instituto Nacional de Derechos Humanos argumentó que los machetes no revestían peligro ya que el utensilio fue modificado (no tenía filo ni punta) y “se puede observar que tiene agarrados los machetes desde la hoja”.
Por parte de la defensa, el abogado del representante detalló los hechos e indicó que “si me dicen que hay personas con machetes metálicos, más allá de si tengan o no filo (…) (lo que debe hacer el policía) es acercarse y hacer las consultas respectivas“.
Y en la defensa agregó que el acusado no tenía la intención de asesinar al malabarista, ya que el carabinero “dio pasos hacia atrás”
Tras la audiencia, los querellantes recurrieron a la Corte de Apelaciones y, la corte tendrá cuatro meses de plazo para realizar la investigación.