Las acusaciones de racismo que ha recibido la policía de Minneapolis, que tuvo su punto más alto en las últimas semanas tras la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd, golpearon duro.

De hecho las autoridades de Minneapolis anunciaron una fuerte refundación de la policía local para terminar con el racismo.

“Nos comprometimos a desmantelar la policía tal como la conocemos en la ciudad de Minneapolis y a reconstruir con nuestra comunidad un nuevo modelo de seguridad pública que realmente mantenga a salvo a nuestra comunidad”, explicó la presidenta del concejo municipal, Lisa Bender, a CNN.

Otra miembro del concejo municipal de Minneapolis, Alondra Cano, anunció la reestructuración en su cuenta de Twitter, lo que implicará desmantelar a la policía actual y crear una nueva.