2019 no ha sido un buen año para Leonardo Valencia. Pasó de ser el mejor asistente del Botafogo en el último Brasileirao, a caer en una seguidilla de bajas producto de una rebelde lesión en el gemelo en la pretemporada.
Producto de este contratiempo, el mediapunta nacional solo jugó cuatro de los 19 partidos del elenco carioca en la presente temporada, un mal indicio de cara al término de su contrato a mitad de año: 282 minutos totales este año y ausente al menos una semana más en el Fogao.
Pero lo peor está con miras a la selección chilena. A poco más de dos meses del inicio del certamen continental, Valencia está muy lejos de alcanzar la regularidad que le exige Reinaldo Rueda a sus citados.
El ex jugador de Universidad de Chile estuvo presente en las últimas eliminatorias y también en la Copa de las Confederaciones, pero aún no cuenta con una oportunidad desde la llegada del seleccionador colombiano.
Aunque en un comienzo Rueda puso a Valencia en sus planes -uno de los tres chilenos que en ese momento estaban en Brasil, junto a Ángelo Araos y a Eugenio Mena, hoy en Racing-, la convocatoria nunca se cristalizó y la actualidad del jugador no sugiere que las cosas vayan a cambiar.