Marcelo Chino Ríos vuelve a la palestra con todo. El ex número uno del mundo dialogó con los también ex tenistas Javier Frana y Álex Corretja en un distendido programa que conducen ambos en YouTube, titulado Subidos a la Red, y relató varias perlitas de su carrera.

Pero también habló de un episodio que ocurrió cuando ya había colgado la raqueta. Fue en 2008, cuando brindó una exhibición con Pete Sampras en Santiago para celebrar los 10 años de su ascenso a la cima. Aunque el asunto no terminó para nada bien. 

“Todos sabemos que jugamos exhibiciones y tratamos de hacerlo lo mejor posible. Somos gente retirada, y aparte de pasarlo bien, tratamos de que el público disfrute. Le pregunté a Sampras qué hacemos, me dijo, hagamos esto y OK, le gané en el tercero 7-6, se enojó, no agarró la copa y se fue”, contó el Chino. 

“Me llama al camarín y me dice: '¿Tú sabes quién soy yo?'. Pete, le contesto. 'No, soy Sampras. Yo no pierdo mi saque', me dijo. Y que no estaba para estas cosas”, prosiguió. 

De paso, manifestó que el estadounidense no tuvo buena conducta. “Yo lo traté no muy bien, y me da exactamente lo mismo lo que hiciste. En Chile te conocen con suerte. Si él me dice antes, que hagamos esto, lo hacemos. Después dime si jugamos un mano a mano por diez minutos y nos vamos a la mierda. Después si no te gusta porque perdiste, es culpa tuya. Se portó pésimo”, concluyó. 

“A Sampras lo encuentro un idiota; a Agassi, la raja” - Marcelo Ríos en 2018 dando a entender la diferencia, en su criterio, entre ambos astros estadounidenses.

“NO PODRÍA HABER JUGADO MÁS, NO LO PASABA BIEN”

Es sabido que Ríos no gustaba mucho del deporte, pese a su talento. Y su físico le terminó jugando una mala pasada retirándose muy temprano, a los 28 años. 

“Tuve problemas a la espalda. Creo que no hice las cosas bien como se debía. Estoy viviendo al lado de la academia de Bollettieri y entrenan como animales, de otra manera. Yo viajaba con mi entrenador y comía pizza, no me cuidaba, me gustaba salir y reconozco fui siempre así, y es la manera de vivir que yo tenía. Era otra cultura, otros tiempos. Pero estos tipos son máquinas”, manifestó. 

“No me gustaba viajar, no me gustaban los hoteles, no lo pasaba bien. No quedé feliz. Creo que me retiré en el momento justo, no podría haber seguido más, no podría haber seguido viajando y jugando con 33 años. Quizás suene un poco sobrado, pero no es así. No lo pasaba bien jugando al tenis. Me gustaba, se veía fácil, pero no lo disfrutaba”, complementó. 

Además, recalcó de su carrera que “me han criticado bastante por no haber ganado un Grand Slam y es una de las cosas por que no fui elegido en el Hall of Fame, y salió Ivanisevic. Federer ha hablado muy bien de mí y para mí que él hable bien de mí es más importante que ganar el Hall of Fame”

¿Qué hubiera preferido? “Entre número uno del mundo o ganar un Slam es mejor ser uno, creo. Cuando jugábamos estaba el Grand Slam Cup, que era como un Masters de los Grand Slam, pero tampoco se cuenta como torneo ganado. Había mucha plata, y jugaban los 16 mejores de los cuatro torneos. Para mí ese es mi Grand Slam”, sentenció.  

SU FALLIDO REGRESO

El Chino recién tiene 44 años y hace unas temporadas intentó regresar al circuito en los torneos Futuro, pero la idea no se llevó a cabo. 

“Estaba entrenando para ser el más viejo en ganar uno y estaba jugando un pedazo. Perdí 7-6 con la bielorrusa que fue número uno del mundo, Azarenka. Lo cuento ahora porque me dio vergüenza. Estaba jugando un huevo y me ganó, incluso me peleé en el entrenamiento con ella, porque no me pidió perdón, si yo no calentaba cuando jugaba, para eso están los cinco minutos antes del partido. Elongué una vez en mi vida en el hotel y me desgarré”, relató el de Vitacura. 

Asimismo, dijo que casi jugó en Umag el 2019. “Me iban a dar Wild Card en Pinamar, muy simpáticos, me dijeron que cuando quisiera, me daban una. Me dieron Wild Card en Umag, pero iba a Croacia y me desgarro en pleno juego, y voy 18 horas para eso, eso es llegar a un ATP. Yo quería jugar algo malo, pero ganarlo”, expresó. 

Finalmente, el ex número uno del mundo dijo que “dentro de la cancha no creo que haya sido un mal competidor. Fuera de la cancha, quizás con los periodistas, o gente, pero con los jugadores me llevaba bien con los españoles, los argentinos, los suecos. Habían doblistas que no aguantaba. Iban a entrenar y jugaban cruzadito, y tenías que estar esperando para jugar un punto, me mataban”.