Perdió la razón. Luego de recibir la tarjeta roja de parte del árbitro chileno Roberto Tobar, el delantero brasileño Gabriel Jesús no aguantó el ser sacado de la cancha y emprendió su furia contra todo lo que tenía a su paso.

 

Primero, hizo un gesto delante del cuarto árbitro, el venezolano Alexis Herrera, de que "nos están robando", para luego tener sus cinco minutos de ira, golpeando con su puño la cabina de los oficiales de la Conmebol en el Estadio Maracaná.

Pero no se quedó allí, porque tanto fue su enojo que las emprendió contra el Árbitro Asistente de Video, conocido como el VAR, a tal punto que casi lo echa a perder. ¿Se imaginan?