El Barca saca pecho con su gran contratación: Antoine Griezmann. El francés llega con un impresionante cartel de goleador y campeón del mundo, además, ha sido bien recibido por el complicado camarín culé, bueno, hay una excepción, una gran excepeción: Lionel Messi.

Resulta que luego de ser reemplazado en el encuentro entre el Barca y Arsenal que se disputó en el Camp Nou (Trofeo Joan Gamper), el atacante galo se dirigió a la banca donde estaba sentado el argentino, el que ni lo miró. Luego se sentó y estuvo al lado de Messi 15 minutos donde no se dirigieron palabra alguna.

¿Cuál es la razón de la mala onda entre ambos? Asegura Sport que la bronca nace cuando Griezmann era pretendido por Barcelona hace justo un año y el francés decidió comunicar por redes sociales que se quedaba en Atlético. La afición azulgrana se sintió ofendida, pero lo olvidaron, Lionel Messi, no.

Hace rato se especula que cualquier contratación barcelonista debe ser aprobada por el astro argentino, en el caso de Griezmann, el 10 nunca dijo sí, tampoco se negó.

Veremos si la abierta frialdad mostrada por el trasandino pasará con el correr del tiempo o persistirá lo que aumenta la presión del delantero campeón del mundo, puesto no sólo debe convencer a la hinchada culé, también al mimado Messi.