Quedan pocos minutos para que comience a rodar el balón en el mítico Estadio Maracaná de Río de Janeiro donde se enfrentarán las selecciones de Brasil y Argentina dando vida otra vez al clásico más importante de Sudamerica.
Una de las novedades es que habrá público en la final de la Copa América, donde las parcialidades alentarán a ambos combinados y estos ya se encuentran en las gradas del estadio brasileño.
Desde temprano comenzaron a merodear el estadio los torcedores brasileños y los hinchas trasandinos que sueñan con ver levantar la Copa a Lionel Messi y dar una vuelta olímpica luego de largos 28 años.
Cada hinchada tiene como referentes al ya mencionado 10 del Barcelona y en el caso de Brasil al díscolo Neymar, los que acaparan la mayoría de las banderas presentes en el estadio.
La Conmebol llegó a un acuerdo con la gobernación de Río de Janeiro para que 4.400 entradas fueran repartidas en partes iguales entre verdeamarillos y albicelestes.
Además se permitió la venta de 150 boletos VIP, y en todos los casos se debía presentar un examen de PCR negativo para acceder al complejo deportivo.