Jaime Vera estaba haciendo una respetada campaña al mando de Curicó Unido cuando sonó su teléfono, era un antiguo amor: Ofi de Creta, mismo club donde jugó profesionalmente y con la solicitud de hacerse cargo de un equipo que iba derecho al descenso.

No lo dudó y partió a Grecia con camas y petacas. Sufrió pero mantuvo al cuadro griego en primera división. "Fue muy emocionante. Estábamos ganando y nos empataron en los descuentos. Con ese resultado, el equipo bajaba directamente. Logramos hacer el gol al final. Fue una locura. La gente se metió a la cancha. Hace mucho tiempo que no vivía una emoción tan grande", le confesó el Pillo a La Tercera.

Consultado sobre su futuro el chileno cuenta que "tengo contrato por dos años más, pero ahora estoy con el problema del permiso de trabajo. La UEFA me ha pedido muchos antecedentes. Para poder entrenar tienes que tener más de cinco años de experiencia en Primera División. Es riguroso el tema con los extranjeros acá. He tenido que estar recopilando antecedentes. Es probable que tenga que ir a Suiza a alguna entrevista, pero ha sido un tema demostrar que soy un DT clase A, con recorrido, con presencia en la Selección, ha sido una cosa más con las que he tenido que luchar".

Jaime Vera se quiere quedar en Grecia y hace una crítica ya escuchada muchas veces en el fútbol nacional. "Sé cómo son las cosas en Chile. Allá se reconoce poco a los técnicos chilenos. Queríamos que nos fuera bien por lo mismo. Si descendíamos todos se iban a quedar con eso, con el supuesto fracaso, sin saber qué había al medio. Pudimos representar bien a los chilenos en el extranjero. Yo no espero reconocimiento. Y el respeto que tenemos acá lo ganamos como jugadores y ahora lo cultivamos como técnicos", cerró.