Salvo contadas excepciones, en España se cumplen estas tradiciones: el Barcelona, que ya se coronó campeón de La Liga a falta de tres fechas para la conclusión de la competición fue aplaudido en pasillo por el Celta en Vigo, tal y como debe suceder con cada uno de los monarcas del torneo que se coronan antes del cierre evento. 

Lo único "malo" en esta ocasión fue no poder ver a Arturo Vidal como parte de los festejos, puesto que es suplente para el choque en Balaídos: Ernesto Valverde, entrenador azulgrana, lo quiere conservar para la vuelta de la semifinal de la Champions League en Liverpool. 

Lo cuerto es que en Balaídos se cumplió con el pasillo y además, con muchísimo respeto por parte de una afición que aplaudió al campeón, pese a que ellos se juegan la permanencia en un partido dramático. 

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